Desde la llegada de
Lorenzo Serra Ferrer al
Betis para hacerse cargo de la parcela deportiva han cambiado muchas cosas. El poblero está trabajando a destajo, día y noche, para confeccionar una plantilla que lleva su sello indiscutiblemente. Él es el máximo responsable de la planificación y, aunque cuenta siempre con la opinión de
Quique Setién, el exentrenador es el que tiene la última palabra. Los consejeros delegados le han dado libertad absoluta para hacer y deshacer, y él ha optado por aplicar una fórmula nada novedosa, pero muy efectiva, para lograr el demandado salto de calidad que se le exige a la plantilla.
Así, para las primeras espadas de la plantilla, el directivo se ha fijado en futbolistas que en la 17/18 acababan contrato. Para muchos, encarar esta situación supone una incertidumbre importante, por lo que tener encima de la mesa un contrato de
larga duración, como los que propone el
Betis, puede suponer, además de una garantía de tranquilidad para el futuro, un argumento de peso para forzar su salida. De esta forma, el balear se ha ´aliado´ con varios jugadores, mientras trataba de cerrar el acuerdo con sus clubes, abocados a negociar ante el temor de que unos meses después éstos se marchasen libre y sin dejar dinero en la caja.
PropuestasTales han sido los casos de
Tello o Guardado. En el primero, además, el jugador contaba con ofertas de varios equipos, quizás más atractivas económicamente. Pero a su deseo de vestir de verdiblanco como mínimo hasta junio de 2022, se le ha sumado una propuesta atractiva económicamente para el conjunto azulgrana.
Serra convenció al Barça proponiéndole una copropiedad (el
Betis paga 4 millones por el 50 por ciento del pase) y con el compromiso de compartir una presumible plusvalía, en caso de traspaso. Todo ello ha colocado al conjunto verdiblanco en una posición ventajosa con respecto a sus competidores en el mercado.
Una fórmula similar ha utilizado
Serra con
Guardado, aunque en su caso, el Betis ha jugado a la perfección otra baza, la del
Mundial. El mexicano, que tenía propuestas muy atractivas de la MLS, quiere estar en el
Mundial de Rusia el próximo verano y para ello el
Betis le ha ofrecido regresar a España, donde podrá competir en una liga superior a la holandesa. Su traspaso, fijado en unos dos millones de euros, resulta bastante asequible para los verdiblancos, que firman a un jugador polivalente, contrastado y con experiencia sobrada en la competición, al que, además han convencido con un contrato de tres años (tiene 30).
Con todo,
Tello y
Guardado no serán los únicos a los que Serra aplique esta fórmula. De hecho, otros de los fichajes que se han tanteado, como el caso de
Canales (Real Sociedad),
Pasalic (Chelsea) o
Marcano (Oporto), también terminan contrato, una carta que jugará con maestría el exentrenador verdiblanco si, finalmente, decide ir a por ellos.