El nuevo
Betis que diseñó
Lorenzo Serra Ferrer y que está poniendo en funcionamiento el técnico
Quique Setién tenía la misión de buscar una identidad, un estilo propio, una forma de juego identificable, reconocible. Para ello, se apostó por el cántabro, cuyo libro de estilo era claro y, como ha repetido en numerosas ocasiones en las últimas semanas, innegociable. Su propuesta, sin embargo, entraña una serie de riesgos importantes, para un equipo en formación y que ha sufrido una importante reestructuración durante el verano, como se pudo ver en el encuentro ante el
Villarreal del pasado fin de semana. El error en la salida de balón de
Adán le costó, a la postre, la derrota al conjunto verdiblanco, derrota que no ha tardado en provocar el levantamiento de las voces críticas cuestionando la fiabilidad del nuevo sistema.
Pese a todo,
Setién morirá con las botas puestas, y seguirá apostando por su propuesta, que tiene en el
Benito Villamarín a un perfecto aliado. El coliseo verdiblanco, que alberga por primera vez en su historia a 50.000 abonados, es una pieza fundamental de la ecuación. En él, al abrigo de la afición, el equipo se siente más protagonista, como ocurrió ante el
Celta, y desarrolla mejor su fútbol. Además, ante el
Deportivo de la Coruña, la alineación no estará condicionada, como sí ocurrió en el Estadio de
La Cerámica, por los compromisos internacionales, y
Setién tendrá a todos sus jugadores, salvo
Campbell y
Tosca, lesionado durante la semana, disponible. Incluso a
Boudebouz, al que podría dar unos minutos en la segunda parte para que vaya cogiendo forma y ritmo.
El que sí tendrá la oportunidad de sumar minutos a sus piernas desde el principio será
Tello. El míster quiere tenerlo al cien por cien lo antes posible, y a través de una especie de huelga 'a la japonesa', partirá de inicio junto a
Joaquín, que está en un buen momento, y
Sergio León, que seguirá contando con la confianza de
Setién pese a la recuperación de Sanabria. En el centro del campo, el cántabro lo tiene claro.
Javi García ejercerá de pivote para darle libertad de movimientos a
Camarasa y
Guardado, que se enfrentará al equipo con el que se estrenó hace ahora diez años en
LaLiga. Atrás, la línea de cuatro será la misma que ante el
Celta, con
Barragán,
Mandi,
Feddal y
Durmisi.
Enfrente, el 'picante' lo pondrá
Pepe Mel, que regresa a la que fue su casa en un momento delicado para él. Su Depor no ha ganado en lo que va de campeonato y por
La Coruña ya han empezado los nervios. Por ello, prepara una revolución en el once sin
Sidnei ni
Bruno Gama, descartados por decisión técnica, ni
Mosquera, lesionado, todos ellos titulares hasta ahora.