No hay ultimátum ni se le espera por ahora en
Heliópolis. En primer lugar, porque el
Betis sólo acumula cuatro jornadas sin ganar, una racha que no ha tenido especial reflejo en la clasificación -la séptima plaza, que daría acceso a competiciones europeas en caso de que el campéon de
Copa quedase por encima, está a un punto-, al tiempo que los responsables verdiblancos no han hallado en su análisis indicios que respalden el volantazo.
Tanto es así que
Haro, centrado hasta ahora en la consecución de la estabilidad institucional pero más liberado de esta presión ya, mantiene firme su confianza en
Lorenzo Serra Ferrer, en quien ha delegado en materia de planificación. El balear no ha transmitido alarma al consejo de administración, encontrando coartadas plausibles a la actual tesitura en las lesiones de hombres importantes (
Javi García, Feddal, Campbell, Tello, Boudebouz...), agravadas en su influencia por la estrechez de la plantilla. Además, refiere más flexibilidad de la que desprenden sus declaraciones en el santanderino. Es cierto que éste defiende su estilo de juego y es reacio a variaciones drásticas, si bien trabaja en privado en pos de soluciones y matizaciones que mejoren las prestaciones, especialmente defensivas.
Y es que, encima, la plantilla no ha perdido todavía la fe en el ideario de
Setién, según ha podido saber ESTADIO Deportivo, más allá de enfados coyunturales de quienes creyeron merecer tal o cual día la titularidad y no la consiguieron. Los futbolistas así lo comentan en público, pero, lo que es más importante, también en privado. Entienden que esta fórmula, tan arriesgada como atractiva, merece un mayor margen, dado que ha demostrado su éxito antes de este bajón. Por tanto, coinciden con el ex de
Lugo y Las Palmas en la conveniencia de encontrar nuevas vías dentro de la propuesta sobre la que se ha construido este equipo, sin giros de timón excesivos.
De todo ello se deduce que el crédito del entrenador no habría experimentado disminuciones reseñables en las últimas semanas. Obviamente, nada es inagotable, pero en la planta noble del
Benito Villamarín existe la convicciónde que, con trabajo y respaldo,
Setién volverá a levantar el vuelo de un
Betis pensado para objetivos superiores.