Se miraba que Krychowiak, apercibido de cara al derbi, estaba en el once y se obviaba lo más importante: a ese once le sobraban mediocentros y le faltaba velocidad. No extrañó, por ello, que fuese otra primera parte sin marcar, y ya van once -de 15- esta Liga. Demasiado tiempo tirado a la basura. Al menos, Emery esta vez reaccionó pronto. Quitó a N´Zonzi -un interior de ida y vuelta en la Premier League que ahora, ante la querencia de Emery de soltar a los dos laterales, pasa desapercibido como mediocentro posicional- y metió a Konoplyanka.
El ucraniano (efectividad total en sus cinco regates, siete centros, una asistencia...) le cambió la cara al choque. Lo agitó de tal forma que el Sporting comenzó a desordenarse y las ocasiones fueron cayendo en cascada. Con Gameiro, además, la zaga rival dividió sus atenciones, no sabiendo adonde acudir.
Se equivocó Del Cerro en el penalti, muy light, pero antes hubo otros sobre el propio Llorente, quien pide a gritos a su lado al galo desde el inicio. Al menos, en casa y ante los equipos más débiles.
Carlos Pérez
