El nuevo máximo accionista del
Mallorca y propietario de los
Phoenix Suns de la NBA,
Robert Sarver, ha afirmado este martes que el grupo inversor que encabeza ha comprado por 20,6 millones de euros "un club de
Primera que está en
Segunda por circunstancias".
"Hemos invertido con la idea de volver a
Primera lo antes posible, aunque sabemos que el dinero no garantiza el éxito", ha señalado
Sarver, que ha sido presentado por el hasta ahora dueño del
Mallorca Utz Claassen en una rueda de prensa celebrada en el
Iberostar Estadi en la que también ha estado presente el nuevo consejero ejecutivo del club, el suizo Maheta Molango.
Sarver suscribió ayer lunes la práctica totalidad de la ampliación de capital, por una cuantía de 20.620.012 euros, y encabeza el grupo de inversionistas de la empresa
Liga ACQ Lagacy Partners LLC, integrada además por Andy Kohlberg y Steve Nash, exjugador de la NBA.
Claassen mantiene un 20 % del capital social de la entidad y el cargo de presidente, aunque el día a día lo llevará Molango, quien desde abril de 2015 desempeñaba el puesto de abogado del
Atlético de Madrid.
Molango aseguró que tanto el entrenador del primer equipo,
José Gálvez, como el director deportivo
Miguel Ángel Nadal seguirán desempeñando sus actuales funciones, y avanzó que su idea de trabajo se asemejará mucho a la que ha desarrollado el Atlético de Madrid en los últimos años.
"Los éxitos (en el
Atlético de Madrid) llegaron por la unidad del grupo dentro y fuera del campo; se eligió a gente comprometida para quienes el club era lo importante,no sus intereses personales. A mí me encanta la mentalidad del partido a partido, más que nada, porque la gente está cansada de promesas. Hay que trabajar y trabajar para que este club vuelva a
Primera lo más rápido posible", ha explicado
Molango.
Tanto
Sarver como el nuevo consejero ejecutivo del
Mallorca se han reunido hoy con la plantilla y el cuerpo técnico.
Según
Molango, les han trasladado "tranquilidad", ya que la intención en estos momentos, con el club a un punto de la zona de descenso, "no es pedir locuras".