Si no lo evita el Juzgado de lo Mercantil antes, declarando como doloso el concurso, Manuel Castaño podría salir elegido presidente del Betis en el próximo consejo de administración, previsto para el 23 de septiembre, con el respaldo de Manuel Ruiz de Lopera y su paquete de acciones. Si no lo evita lo Mercantil, Castaño regirá los designios de un club al que acusa de vivir su peor etapa de ocultismo e inestabilidad durante los últimos cinco años, curiosamente los que hace que está intervenido judicialmente y sometido a un control férreo en todos sus estamentos.
Resulta curioso que precisamente él, que formó parte de los consejos de Manuel Ruiz de Lopera y Luis Oliver, investigados por delito societario y apropiación indebida, se atreva a enjuiciar de esa manera al club. Su discurso es, si cabe, cada vez menos creíble. Un insulto a la inteligencia de quienes conocen la historia de este club y no la desvirtúan de forma torticera.
Isabel Morales
