El tercer partido del Betis en el Benito Villamarín en esta Liga lo jugará contra el Málaga€ en viernes y otra vez ofrecido en abierto por televisión a las 20:45 horas, cuando aún muchos béticos están trabajando. Tres partidos en casa, los tres en viernes laborales y todos televisados gratuitamente.
El compromiso adquirido con un suculento contrato televisivo lo hace, en principio, inevitable. En el Betis preocupa la situación. Sus dirigentes podrán presionar esta temporada, pero difícilmente revertir una situación que atenta contra el sentido común, contra la tradición y contra los intereses de los béticos, que han pagado su abono la temporada en la que, muchos viernes, no podrán acudir al campo por motivos laborales; o en la que están costeando una plataforma digital para ver fútbol en casa cuando en el noventa por ciento de los casos podrán seguir a su equipo gratis por la pequeña pantalla.
Los ingresos de televisión han llegado al Betis como el maná caído del cielo, de hecho, es uno de los clubes que más ha aumentado la asignación por este concepto -ha pasado de 28 millones de euros a 47-. Esos millones han permitido crear un plantel cuyo objetivo es superar el décimo puesto en Liga e intentar llegar lejos en la Copa del Rey, pero... Pero todo tiene un pero. El contrato televisivo ha llegado con muchos millones de euros y alguna espina porque quien paga, ordena y manda; porque 'GOL', el canal que tiene los derechos para retransmitir los partidos de los viernes, no puede elegir a ningún equipo que esté en competición europea; porque al Valencia, aun sin estar en Europa, tampoco puede televisarlo y entre los clubes que le quedan disponibles el Betis es, sin duda, el que mayor interés y audiencia genera. Atado de pies y manos esta temporada, el Betis debe hacerse fuerte y renegociar el próximo contrato para que los suyos no paguen tan excesivo peaje.
Joaquín Adorna
