Minuto Uno (Opinión)

Muchísimo más ruido que #GranDerbi

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
4 min lectura
Muchísimo más ruido que #GranDerbi
- Joaquín Adorna León
El derbi de la polémica por el gol legal de Álex Alegría. No hay fuera de juego en el pase de Joaquín a Rubén, ni en la posterior asistencia de éste al delantero del Betis. Gustavo Poyet estalló con razón. Tiene todo el derecho a quejarse. Tiene derecho a pedir que le "llame el jefe de los árbitros" para que le explique "por qué" se ha perjudicado al Betis "en tres de los cinco partidos" disputados, porque está "harto" y porque si él habla le sancionan. Hace bien, incluso, en comparecer con su portátil para mostrar el gol legal de Álex Alegría y hacer ruido. Necesita que el mensaje llegue a las instancias que manejan los hilos para que el Betis esté siendo perjudicado por los árbitros. Hasta ahí, completamente de acuerdo. Pero se equivoca en dos aspectos fundamentales. Primero, en apuntar a los periodistas para "que sean honestos y serios con su trabajo, que dejen de decir y buscar tonterías, y que hablen de lo que tiene que hablar, del gol anulado". La prensa cumple su papel: informar sobre lo que acontece. Y hoy los medios de comunicación serios de nuestra ciudad dirán que al Betis se le anuló un gol legal.

Ya lo puntualizó ayer mismo nuestro compañero de la 'Cadena SER', Manolo Aguilar, quien además preguntó a Poyet si iba a pedir al club que protestara tan enérgicamente como él por los malos arbitrajes, encontrando una evasiva negativa por respuesta. En este punto radica el segundo error de Poyet. Por supuesto que debe pedir al club que alce la voz, que le respalde en las quejas, que envíen una protesta formal al Comité Técnico de Árbitros o a la Real Federación Española de Fútbol... Que le pida al club que proteste, de camino, por el grave perjuicio que sufren los aficionados del Betis con tantos partidos jugados en viernes. Más le vale hacer piña no sólo en el vestuario, sino también con quienes son los suyos en los despachos, para no acabar fuera de la foto convertido en un quijotesco entrenador luchando contra giantes molinos que sólo existen en su imaginación. En su mente dibujó un derbi, y más o menos se pareció al que se vio sobre el campo. En defensa, sus jugadores llevaron la agresividad al límite y, sin embargo, el Sevilla acabó con cinco tarjetas y el Betis con cuatro. En ataque creó poquísimo peligro. Álex Alegría ganó el noventa por ciento de los balones que disputó, se merece una camiseta de titular, pero sigue chirriando ver a Rubén Castro en banda -tan lejos de la portería-, y a Musonda y Ceballos, dos de los futbolistas con más chispa del plantel, fuera del equipo titular. Con polémica, ganó otra vez el Sevilla. Ganó con la ´versión B´ del pregonado estilo de Sampaoli, a quien también se le ve muy nervioso ante la prensa, hablando de un dominio, de un control, que sólo fue real en algunas fases del derbi. Ganó a balón parado, en una falta lanzada por Nasri -talento puro- y no por Pareja; y creó peligro a contra estilo, en algún pelotazo y en algún saque de banda. Muchísimo más ruido fuera del campo, que #GranDerbi sobre el terreno de juego.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram