Frankje, el loro con el que Michele Scarponi solía salir a entrenar en bicicleta, ha dejado una de las imágenes más hermosas y más tristes de la jornada. Como cada día, ha ido al encuentro de su amigo y, al no hallarlo en la carretera, sobre la señal en la que los que quisieron al ciclista depositan ramos en su honor.