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Diferencias sobre el finiquito obstaculizan la posible destitución de Alcaraz

Diferencias sobre el finiquito obstaculizan la posible destitución de Alcaraz
Diferencias sobre el finiquito obstaculizan la posible destitución de Alcaraz
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
Las diferencias sobre el finiquito son el principal obstáculo para la destitución del seleccionador argelino, el español Lucas Alcaraz, un cese que exige gran parte de la directiva de la Federación Argelina Fútbol (FAF), revelaron a Efe fuentes próximas a la propia federación.
Según las mismas, el español exige cobrar el contrato completo ya que en el mismo no se contemplaba la clasificación para el Mundial de Rusia 2018, un objetivo que era ya casi imposible cuando en abril Alcaraz asumió el inestable timón de "los zorros verdes".
"El argumento de Alcaraz es que nada se acordó sobre clasificarse para el Mundial y la copa de África, por lo que se le debe abonar el contrato completo si es destituido", afirma la fuente, que prefiere no ser identificada.
La prensa local ha informado que la FAF ha convocado una reunión para hoy en la que se puede despejar el futuro del granadino, que tras la eliminación frente a Zambia fue ratificado, pero solo hasta el final de la fase de clasificación mundialista.
El técnico español fue contratado de forma apurada y sorpresiva, como tercer plato, después de que el nuevo presidente de la federación argelina, Khedeirine Zetchi, no lograra convencer a técnicos de renombre como Marcelo Bielsa y el entonces libre Julen Lopetegui.
El encargo era arduo: resucitar a un combinado errático, sin personalidad ni juego pese a contar con la que probable sea la mejor generación de jugadores argelinos, la mayor parte de ellos bregados en equipos relevantes de ligas europeas.
Argelinos son estrellas de la talla de Ryad Mehrez, mejor jugador de la Premier y de África la temporada pasada, su compañero en el Leicester Islam Suleimani o el centrocampista titular del Porto, Yacim Brahimi.
Sin embargo, apenas tres meses después los defectos que se debían corregir son aún gruesos: individualismo, falta de solidaridad grupal, desidia o falta de compromiso en algunos casos, y una terrible debilidad defensiva como mostró este sábado en el choque de Yaundé.
Desde que debutara en un amistoso frente a Togo, Alcaraz solo ha logrado una victoria: venció 2-1 a Guinea en un amistoso en Argel en el que el juego no fue brillante.
A partir de ahí, ha encadenado tres derrotas en otros tantos partidos oficiales, dos de ellos ante la sorprendente Zambia, un equipo a priori inferior. Además, ha recibido seis goles y marcado uno solo.
En cinco partidos de clasificación, los argelinos -que en Brasil 2014 lograron el hito de clasificarse para la segunda ronda- solo han sacado un punto: un empate a uno en casa frente a Nigeria, la primera selección africana en clasificarse este sábado para Rusia 2018.
Cierto es que el técnico granadino se puso a los mandos de la selección en un momento delicado: con una federación partida y un banquillo caliente, por el que han pasado cuatro técnico desde la última copa del mundo.
Y que desde el primer minuto se ha topado con la hostilidad de la beligerante prensa local, que lo ha minusvalorado achacándole falta de experiencia internacional y criticando tanto que desconociera la lengua local como que este fuera su primer puesto como seleccionador.
En este ambiente, Alcaraz -que firmó un contrato hasta 2019- podría dirigir su último partido como seleccionador argelino el próximo 6 de noviembre en Argel frente a Camerún.
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