Al menos ocho personas murieron después de que insurgentes talibanes irrumpieran en el
aeropuerto de Kandahar, en el sur de
Afganistán, desencadenando una batalla con las fuerzas del orden durante toda la noche, según informaron este miércoles autoridades afganas. "Ocho personas, incluidas civiles y soldados, murieron", dijo a la AFP Samim Khpalwak, un portavoz del gobernador provincial. Dawud Shah Wafadar, un comandante del Ejército en Kandahar, cuna de los talibanes, cifró los muertos en 18.
El
Gobierno aseguró que un número indeterminado de insurgentes murió. Pero, según varios habitantes, que recibieron la orden de permanecer en sus casas, los tiroteos y las explosiones continuaban el miércoles.
Este ataque contra el gigantesco complejo aeroportuario, que comprende además de una zona civil, una base conjunta del
Ejército afgano y la
OTAN, coincide con la visita a
Pakistán del presidente afgano,
Ashraf Ghani. Su viaje se debe a una conferencia regional, pero podría brindar la ocasión de avanzar hacia una reanudación del diálogo de paz entre
Kabul y los
insurgentes.
La ofensiva de los talibanes es la primera después de varios días de conjeturas sobre la suerte de su jefe,
Ajtar Mansur, gravemente herido según varias fuentes tras una disputa interna que habría degenerado.