SOCIEDAD

Localizan jamones robados gracias al rastro de grasa que dejaron en la calle

Localizan jamones robados gracias al rastro de grasa que dejaron en la calle
El robo ocurrió en la madrugada del martes. - R.S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
Consiguieron entrar de madrugada en un bar forzando su puerta y robar, entre otras cosas, casi una docena de jamones, pero el rastro de grasa que dejaron en la calle al arrastrarlos ha delatado a los autores de este rocambolesco robo ocurrido en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

El robo ocurrió en la madrugada del martes en la taberna "Los Caracoles" de la localidad gaditana.

Sobre las 7.00, cuando estaban a punto de abrir este bar ubicado en la Plaza de la Paz, un vecino alertó a su dueño de que habían roto una cristalera de su entrada principal.

"Rompieron la persiana de acero y la puerta de seguridad, se llevaron la televisión, la caja de seguridad y entre diez y doce paletillas de jamón que estaban expuestas junto a la barra", ha contado hoy Domingo Infante, propietario de la taberna.

Con el disgusto llamaron a la Policía, tras lo que unos agentes se presentaron en el local para comenzar las investigaciones.

Pero no fueron estos agentes los que lograron esclarecer el robo, sino la astucia de la mujer y la suegra del dueño del local que vieron cómo del local partía un rastro de grasa que, según intuyeron, podría corresponderse al que habrían dejado cuatro o cinco paletillas al ser arrastradas por el suelo a un mismo tiempo.

No se lo pensaron y decidieron seguirlo.

"Dejaron toda la calle llena de cuatro o cinco líneas de grasa. Pensábamos que el rastro acabaría en un coche o algo así. Lo que menos nos esperábamos es que diera la vuelta a la calle, se metiera en un bloque de viviendas que está a unos cien metros y siguiera hasta la misma puerta de un piso de la primera planta", cuenta Domingo Infante.

"Es de chiste, hoy ya nos reímos un poco, porque ayer, cuando descubrimos el robo, no nos hacía ninguna gracia", añade

Con "el evidente rastro" de haber localizado donde estaban los ladrones y los jamones volvieron a llamar a la Policía.

Los agentes pidieron una orden judicial y entraron en la casa, en la que hallaron la caja registradora, la televisión y dos de los jamones robados.

El rastro de los otros, de momento, no se ha encontrado aunque, según relata el dueño del bar, la Policía encontró después la moto de uno de los miembros de la familia que vive en esa casa "llena de grasa".

"No sabemos si se han comido ya las paletillas, porque, a juzgar por el rastro que dejaron, tuvieron que acabar bastante desgastadas", bromea el dueño del local.

La anécdota ha servido, dice, para llevar con un poco de humor los cuantiosos daños materiales que ha sufrido su taberna, y la pérdida de unas paletillas valoradas en más de cien euros cada una de ellas.
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