La tenista estadounidense
Serena Williams y la alemana
Angelique Kerber disputarán la
final del cuadro femenino del
Abierto de Australia, primer
Grand Slam de la temporada, tras imponerse con relativa facilidad en las
semifinales de este jueves a la polaca
Agnieszka Radwanska y a la británica
Johanna Konta, respectivamente.
De este modo, la número uno del mundo disputará su vigesimosexta final de un 'grande', con hasta ahora solo cuatro derrotas en su haber y la séptima en
Melbourne Park, mientras que la de Bremen se estrenará en un partido así en busca de acabar con la sequía del tenis alemán femenino desde el adiós de
Steffi Graff.
Williams no tuvo excesivos problemas para deshacerse de
Radwanska, cuarta cabeza de serie y verdugo de la española
Carla Suárez en los cuartos de final del torneo. La americana, demoledora, derrotó a la de Cracovia por un claro
6-0 y 6-4 en poco más de una hora, confirmando que se encuentra a buen nivel después de haber tenido que poner fin antes de lo previsto a su 2015. La primera cabeza de serie, que ha ganado todas sus finales en el
Grand Slam australiano, arrolló a la polaca en una primera manga sin historia y que se solventó en 20 minutos. La última 'maestra' fue víctima de un aluvión de golpes ganadores (20) y no tuvo ninguna opción al resto, ganando solamente tres puntos.
En el segundo parcial,
Radwanska mejoró y pese a que perdió su saque a las primeras de cambio y de que su rival firmó sus ocho 'aces' en esta manga, fue capaz por fin de romper a la americana para igualar a tres. Sin embargo, con 4-4,
Williams presionó y logró un 'break' que ya no dejó escapar cerrando el partido con un juego en blanco.
Su rival en la final será la alemana
Angelique Kerber, que después de haber perdido sus dos semifinales anteriores de
Grand Slam (US Open 2011 ante Samantha Stosur y Wimbledon 2012 ante
Agnieszka Radwanska), demostró que está en un buen momento tenístico y superó a la revelación del torneo, la británica
Johanna Konta, en dos sets, por
7-5 y 6-2.
La natural de Sidney, afincada desde hace poco en Gijón, aspiraba a ser la primera de Gran Bretaña en jugar de nuevo una final de un 'grande' 39 años después de que lo hiciese
Virginia Wade en
Wimbledon, pero no pudo con la zurda que, pese a que le costó sacar adelante la primera manga, casi siempre fue la que dominó el marcador. De este modo, 20 años después de que lo consiguiera
Anke Huber,
Melbourne Park tendrá una finalista germana. Así, se puso rápidamente con un 3-0 de inicio, pero
Konta reaccionó para devolverle el parcial e igualar el partido. La de Bremen no se descentró y esperó su oportunidad, que llegó en el undécimo juego, donde volvió a romper ya de forma clave para llevarse la manga. En la segunda, continuó cometiendo muchos errores y no fue capaz de igualar en esta ocasión el 4-1 con el que se situó
Kerber.