Indicios para dos onces muy definidos

Es aventurado apostar a dos días del partido por un once concreto, especialmente conociendo a Unai Emery. Con Mel hay menor margen para la sorpresa, ya que no suele ocultar sus cartas durante la semana, si bien se trata de un derbi, cita que ambos entrenadores suelen preparar con mimo, por lo que no sería desdeñable inferir que tanto el madrileño como el vasco se guardarán alguna baza.

Con todo, la disputa el martes de la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ofreció pistas sobre los planes verdiblancos y blanquirrojos para el compromiso sabatino. Tanto las convocatorias como las alineaciones suponen indicios rotundos, pues quedó claro por bando y bando que ciertos futbolistas era reservados. Así, los heliopolitanos Joaquín, Piccini, Vargas, Adán, Petros y Westermann se quedaron en Sevilla y no viajaron a Gijón, aunque bien es cierto que los cuatro primeros arrastran molestias de diversa consideración. Por su parte, con la salvedad de que la cita era en tierras hispalenses y que ante el Logroñés solamente podían ser citados dieciséis hombres (por tratarse de un rival de Segunda división B), los nervionenses Mariano Ferreira, Trémoulinas, Rami, Krychowiak, Krohn-Dehli, Vitolo, Konoplyanka, Gameiro y Éver Banega fueron ´exonerados´ de ese trámite.

La práctica totalidad de los mencionados debe ser titular en el derbi, inferencia lógica del análisis del reparto de minutos y de la asignación de roles hasta la fecha. En realidad, también los hay con opciones pese a su presencia de inicio en los duelos coperos, como el bético N´Diaye (que, si no, habría estado inactivo demasiado tiempo, pues, con cuatro amarillas y sobrecargado, no arriesgó en Gran Canaria) y el sevillista N´Zonzi (habitual apuesta de Emery en el doble pivote en Liga). Y no hay que olvidar las reivindicaciones intersemanales, más claras en clave heliopolitana: Van Wolfswinkel, Van der Vaart, Varela o Pezzella dieron un golpe en la mesa de diferente intensidad; los nervionenses Reyes (cuyo golpe no reviste gravedad y estará disponible), Immobile, Escudero o Kakuta exhibieron sus ganas de ser de la partida en uno de los duelos de la temporada en Sevilla.

Reuniendo todos los ingredientes, se podría decir que Mel tiene más o menos claro su once de gala, que se articula en un 1-4-4-1-1. Adán formaría bajo palos, pues ha seguido un plan específico de nuevo para que su tobillo derecho, maltrecho desde la cita ante el Atlético de Madrid, no le impida jugar ante el eterno rival. También se espera a Piccini y Vargas en los laterales, pese a que hay voces que defienden la poca pertinencia de alinear a dos efectivos a medio gas ante dos extremos tan peligrosos como Konoplyanka y Vitolo. En el centro de la zaga, el ya habilitado Bruno y Westermann, con N´Diaye y Petros por delante. Si llega Joaquín, el portuense y Cejudo estarían abiertos en la parcela ancha, con Dani Ceballos ejerciendo de enganche con Rubén Castro. Por el contrario, si el ´7´ se resiente, Mel pondrá en liza otra variante, seguramente decantándose por Jorge Molina a la espalda del ´pichichi´ grancanario, con el utrerano como falso interior zurdo. Es, sin duda, la alternativa más factible, tanto como solución de urgencia como para sorprender.

En el otro bando, Emery ha dejado entrever que Mariano Ferreira, Rami, Kolo y Trémoulinas escoltarán a Sergio Rico, mientras que Krohn-Dehli y N´Zonzi se disputan el puesto de acompañante del indiscutible Krychowiak, con ventaja para el danés por su ausencia en Copa. Banega sería el maestro de ceremonias, con los citados Vitolo y Konoplyanka escorados, más Gameiro en punta. Sin embargo, no habría que descartar al argentino en el doble pivote, lo que abriría un hueco por delante para Reyes, Iborra o el ex del Celta. Incluso, un Llorente al alza oposita a una oportunidad.