Allá por febrero de 1993, en Riazor

El famoso 'pisalo' de Bilardo en Riazor cumple 20 años

El famoso 'pisalo' de Bilardo en Riazor cumple 20 años
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
Sevilla y Deportivo miden hoy sus fuerzas en el Pizjuán, 20 años después de un duelo entre ambos que tuvo lugar en Riazor y que será siempre recordado por el celebre ´pisalo, pisalo´ del entonces técnico nervionense Carlos Salvador Bilardo.

Todo se remonta al 6 de febrero de 1993, en una historia que captaron las cámaras de Canal+ y que tiene como protagonistas al técnico argentino y a un fisioterapeuta sevillista, Domingo Pérez, quien recordó este episodio para el diario La Voz de Galicia: "El lance se produce muy cerca del banquillo. Yo salgo porque Diego (Maradona) está en el suelo pero, cuando llego, veo que ya se ha incorporado y me encuentro a un jugador del Depor sangrando. Ni lo pensé. Lógicamente, me puse a echarle una mano mientras llegaban las asistencias de su equipo".

En ese instante, Bilardo saltó del banquillo totalmente fuera de sí: "¡Domingo, Domingo, a Diego, a Diego!", le gritaba al integrante de su cuerpo técnico. "En el campo ni me enteré", explicó el fisioterapeuta, que mientras tanto seguía echando una mano a Albistegui con Bilardo enloqueciendo cada vez más: "En vez de agarrar a Diego, agarra al otro. Me quiero morir, me quiero morir", se desesperaba el argentino. "Los de colorado son los nuestros", repetía a gritos hasta tres veces.

"Cuando vi que el chico ya estaba siendo atendido, me volví al banquillo y fue cuando me di cuenta de la que estaba montando Carlos (Bilardo); pero no me sorprendió para nada. A quien le conozca no puede sorprenderle que reaccione así", prosiguió el fisioterapeuta. Conscientes del filón que habían encontrado, los cámaras graban al banquillo visitante de Riazor, donde Domingo Pérez expone con calma que, si estaba atendiendo al jugador del Depor, era porque éste estaba sangrando en la frente tras una patada involuntaria de Maradona, que se encontraba perfectamente.

Fue entonces cuando a Bilardo le salió de dentro el ya célebre: "Qué carajo me importa a mí el otro, ´pisalo, pisalo´".
Este grito se hizo popular entre los Biris -además de en otros estadios-, que lo cantan cuando hay un rival tendido en el suelo. El propio Carlos Bilardo pudo comprobar que el recuerdo de su frase sigue vivo cuando, en una visita reciente, el Sánchez Pizjuán al completo le recibió al grito de "písalo, písalo, písalo".
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