Nervión merecía algo más

Ni la lluvia ni el granizo pudieron amedrentar a Nervión. La afición sevillista no falló a su cita con las grandes noches y durante toda la jornada el partido fue el único pensamiento común de la mitad de la ciudad hidpalense. Y llegaron las 22:00 horas. Caía lo más grande sobre un Sánchez Pizjuán que rugía como nunca esta temporada. El agua dejaba sin la actuación de El Arrebato, pero ni mucho menos iba a callar las gargantas de los 40.000 aficionados congregados en el Sánchez Pizjuán.

Y el Sevilla comenzó mordiendo. Ya en la primera jugada del partido se evidenció la garra de este Sevilla. Contagiado por su gente, Negredo ya puso en problemas a Courtois presionando al máximo un balón cedido atrás por Miranda. Eran los primeros segundos de una primera mitad que tendría de todo en cuanto a sensaciones.

Los primeros cinco minutos transcurrieron en un estruendo total de cánticos y ánimos a un Sevilla que quería pero no terminaba de encontrar el camino. Para el Atlético parecía imposible hacer enmudecer a Nervión. Falcao lo intentó con un disparo muy lejano desde la línea de tres cuartos que se marchó rematadamente alto. El equipo del Cholo Simeone estaba bien plantado no obstante, concienciado en su tarea de anestesiar el partido, una tarea en la que los rojiblancos parecen especialistas esta temporada.

Y además, el Atleti tiene en sus filas a un tipo que está en un estado de forma sensacional: Diego Costa. Más allá del decisivo Falcao, el brasileño tiene magia en sus botas esta temporada y a los seis minutos él solito logró lo que parecía imposible: callar a Nervión. Un balón dividido en la frontal del área nervionense la cazó el bravo delatento colchonero, recortó hacia fuera y soltó un latigazo cruzado y raso que no pudo alcanzar Beto. 0-1.

La reacción sevillista se palpó inmediatamente en la figura de Alberto Moreno. El joven canterano puso todo lo que pudo y más por su banda para intentar sacar petróleo. Sin complejos ante tan importante cita, Alberto no se arrugó en ningún momento pese a que no terminaba de conectar con los atacantes sevillistas.

A los 20 minutos, Navas la puso por su banda, Courtois no llegó y Medel, el más bajo, remató desviado rodeado de dos atléticos. El chileno se lamentaba porque era muy consciente de que la ocasión fallada había sido clarísima.

Sin embargo, el verdadero jarro de agua fría de la noche llegó con el 0-2. Otra vez Diego Costa, ahora en una galopada por la banda izquierda para terminar poniéndola al área, donde Falcao se adelantó sobradamente a Botía para rematar a placer dentro del área pequeña. El gol tanto sí dejó realmente frío a Nervión. No había transcurrido ni media hora de partido y el Sevilla necesitaba cuatro goles para meterse en la final.

Pese a que algunos aficionados comenzaron a abandonar el estadio, lo cierto es que Nervión tampoco dejó de creer ni siquiera con el 0-2. El premio a su fe llegó en el minuto 39. Jesús Navas atrapó un balón dentro del área, levantó la cabeza y puso el esférico donde dibujó en su mente: en la escuadra. Con una rosca medida, el palaciego hacía retumbar Nervión y daba alas a un equipo que se resistía a morir antes de tiempo.

Un gol antes del descanso podía meter al Sevilla otra vez en la eliminatoria, al menos podía abrir una ventana a la esperanza en la segunda parte, y aquí Rakitic tuvo la oportunidad del 2-2 en un remate completamente solo tras un balón colgado de Medel desde la derecha. El croata cabeceó fuera. Con este 'uy' se marcharon los nervionenses lamentando la pegada atlética en la primera mitad. Eso sí, aún quedaban 45 minutos.

Tras el descanso, Emery dio entrada a Manu en sustitución de Reyes. El Sevilla salió con la total intención de ser el dueño del balón y Negredo pronto comenzó a poner en problemas a la zaga colchonera. Primero con una carrera que obligó al Cata Diaz a derribarle por pocos centímetros fuera del área. Amarilla para el zaguero rojiblanco y la falta posterior se saldó con un disparo del vallecano que detuvo Courtois.

Manu tuvo otra ocasión clara en el 53' con un disparo desde fuera del área que también desactivó el meta belga. El Sevilla comenzaba así sus mejores minutos del partido. Tenía el balón y llegada. Sólo faltaba materializar. Un minuto después, Medel lo intentaba con un chilena muy desviada. Pura fe lo del chileno. El Atlético estaba metido en su área y Simeone sufría por primera vez en el choque.

No obstante, el Atlético tuvo la ocasión de machacar nuevamente en las botas de Diego Costa. Fazio fue quien asistió al brasileño sin querer y el delantero falló solo ante Beto.

Acto seguido, llegó el vendaval nervionense: Primero en un cabezazo de Rakitic que no encontró portería, luego con una gran contra de Jesús Navas que remató Negredo fuera. El Sevilla lo intentaba pero no terminaba de hacer el gol del empate, ese tanto necesario para que el encuentro se volviese definitivamente loco.

Los minutos transurrían sin movimientos en el marcador para alegría del Atlético y los nervios comenzaban a hacer de las suyas entre los nervionenses. Fruto de esa impotencia por no acortar distancias en la eliminatoria llegó la expulsión de Medel. El chileno vio la segunda amarilla por pisar a Diego Costa y perdió los nervios al ver la amonestación. Sus palabras hacia Teixeira Vitienes pueden costarle una sanción grave, pero por lo pronto dejó a su equipo con uno menos y terminó de poner cuesta arriba una eliminatoria ya de por sí muy complicada. 

Ya en los últimos minutos pudo hacer el Atlético el tercero. Diego Costa y el Cebolla tuvieron sendas ocasiones para hacer el 1-3, pero se encontraron con Beto y la defensa.

Hasta el último suspiro luchó el Sevilla y en el 92', después de otra clara ocasión de Negredo, el croata Ivan Rakitic ponía justicia en el partido (no en la eliminatoria) con el 2-2 tras un disparo desde fuera del área cruzado que entró pegado al palo. Un mínimo premio para una afición que no se rindió jamás.

El partido murió con la expulsión de Kondogbia por roja directa tras pisar claramente a Diego Costa. Sin más. El Sevilla cae eliminado en semifinales ante un eficiente Atlético comandado por Diego Costa (el brasileño provocó las expulsiones de Medel y Kodogbia, hizo el primer gol y asistió a Falcao en el segundo y en la ida fue el autor de los dos goles) que se medirá en la final al Real Madrid.