El Barça también busca proteger su cantera

Hace tan solo unos días era Del Nido quien se quejaba y denunciaba el 'robo' de jugadores de la cantera sevillista. "Si dejamos que los grandes roben a las perlas de las canteras, la quito", así de tajante se mostraba el Presidente sevillista, que puso de ejemplo un fichaje realizado por el Barcelona en su cantera: "Se llevó a un benjamín de 11 años ofreciéndole al padre 6.000 euros al mes". Con este panorama, resulta paradójico que sea precisamente el Barça el que denuncie esta actitud por parte de otros clubes con su cantera y que busque defenderse de estos 'robos'. En estos términos se expresan cuando el 'agredido' es el club blaugrana. Una visión totalmente opuesta a la que tiene cuando son ellos los encargados de captar jugadores de cualquier parte del mundo.

Por este motivo, la directiva del Barcelona ha aprobado un nuevo contrato para sus canteranos donde se nombrará subsidiarios a los padres (ya que los jugadores al ser menores de edad no tendría validez ninguna cláusula de indemnización con el club). De esta forma, si el chico se marchara contra la voluntad del club blaugrana, los progenitores deberán afrontar una fuerte sanción económica. Freixa lo justifica asegurando que "esta indemnización será lo que el club se ha gastado en su formación y, además, el concepto de expectativa de llegar a ser profesional y su valor en el mercado. Porque Messi, por ejemplo, con 16 años ya era un fenómeno".

Aun así, las opiniones dentro del Barcelona son dispares, ya que se cree que esta fórmula podría no ser beneficiosa debido a que suelen fichar más que exportar jugadores. Quizás de esta forma no se vayan sus tres mejores canteranos a la Premier (donde el tope salarial para un juvenil son 125.000 euros contra los 18.000 de tope en el Barcelona), pero habrá ocho chicos que le interesen y no los puedan fichar por estas restricciones.

A pesar de esta división de opiniones, el Barça hará pasar en los próximos meses a todos sus canteranos por las oficinas para firmar este nuevo contrato. Los chicos podrán decir que no, algo que, según Freixa, "sería una declaración de intenciones".