El pase de dieseisavos de
Copa del Rey se presentaba demasiado asequible para un
Sevilla que ya se había encargado de sentenciar la eliminatoria en el partido de ida, donde endosó un contundente 6-1 al
Sabadell en territorio catalán. Así,
Emery aprovechó la ocaisón de dar minutos a los menos habituales en un encuentro hecho para el disfrute de los sevillistas, que se veían libres de presión en el
Sánchez Pizjuán.
En una convocatoria repleta de canteranos,
Sergio Rico y
Cotán salieron desde el inicio, con varios compañeros del filial esperando su oportunidad en el banquillo.
Reyes volvió a dar la nota ante una afición que no pudo más que rendirse al utrerano, cuyo buen hacer generó entusiasmo en la grada. Fue, sin duda, el mejor de los locales durante la primera mitad, que estuvo marcada por la falta de intensidad de los rojiblancos, que alternaban sus llegadas al área con las de sus rivales.
La tranquilidad en el juego y un fallo defensivo de
Kolo, que cometió un penalti innecesario a
Collantes, puso por delante al conjunto arlequinado. El propio Collantes lanzó la pena máxima y puso el 0-1 en el marcador. Pareció despertarse el Sevilla con este inesperado gol, que empató el partido antes del descanso, con un tanto de
Gameiro en el 34' tras una buena jugada colectiva en el área de
Nauzet.
Pero la exhibición sevillista aún estaba por llegar. Vino de la mano de
Iago Aspas, que volvió a reivindicarse marcando un triplete en menos de cinco minutos. Segundo hat-trick que logra el gallego en su carrera, siendo el primero en el encuentro de ida ante el Sabadell, que se ha convertido en un equipo talismán para el delantero. Anotó el primero en el 58' tras un pase en profundidad de
Gameiro a Reyes, que se la puso al gallego para que tirase a placer. Dos minutos después, hace el doblete con un golazo que pasa por encima de Nauzet, y posteriormente firma el hat-trick con un gran control delante del guardameta, al que burla, disparando a puerta vacía.
La guinda la puso
Deulofeu, que aprovechó los veinte minutos que le brindó Emery y marcó el quinto en un mano a mano con Nauzet, al que ganó la partida con un buen disparo desde la derecha al palo izquierdo. Un resultado que evidencia el hambre de titularidad de los menos habituales y que pone en el candelero a un Reyes que ya lleva dos encuentros consecutivos marcando la diferencia y a un Iago Aspas que pide a gritos un sitio en la delantera sevillista.
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