Tras haber visto portería en Europa League ante el
Rijeka y haber firmado dos ‘hat-tricks’ ante el Sabadell en la Copa del Rey, la Liga es la única competición que se le resiste al de Moaña, quien aprovecha los escasos minutos que le brinda Unai Emery para demostrar que está al nivel de la exigente vanguardia sevillista, donde compite con dos ‘killers’ como Carlos Bacca y Kévin Gameiro, que el curso pasado, en su primer año en
Nervión, sumaron la friolera cifra de 21 goles cada uno.
Ayer, como no podía ser de otra forma, el delantero gallego aprovechó para reivindicarse de nuevo y, durante el amistoso disputado ante el primer filial sevillista, fue quien firmó el gol del empate del primer equipo, después de que el canterano
Nané fuera quien abriera el marcador a favor del Sevilla Atlético tras una primera mitad bastante aburrida.
El gallego puso las tablas poco después, con un disparo cruzado con la zurda a pase de José Antonio
Reyes, que salió en la segunda mitad en sustitución de Carriço. Los de Unai Emery, que hizo de árbitro y de entrenador para los dos conjuntos, tuvieron la oportunidad de ganar, pero Kévin
Gameiro erró desde los once metros.
Cabe destacar la profesionalidad con la que ambos planteles se tomaron el amistoso, algo a lo que, sin lugar a dudas, colaboró el propio
Emery, quien no se cansó de dar instrucciones y de avivar a sus jugadores.