La Junta de Accionistas, una guerra de poder y el último escollo del calendario

2014: Adiós a un año repleto de éxito... y lleno de trampas

El 2014 llega a su fin como el año en el que el Sevilla Fútbol Club consiguió su tercera Europa League, un título que apaciguó los ánimos en Nervión, donde José Castro había cogido las riendas de un Del Nido ahora en prisión.

2014: Adiós a un año repleto de éxito... y lleno de trampas
Alejandro SáezAlejandro Sáez 3 min lectura
El 2014 acaba en Nervión como empezó, convulso y envuelto en una clara guerra de poder que quedó evidenciada durante la junta de accionistas del pasado 22 de diciembre, cuando quedó patente que la ficticia estabilidad que reinaba en la planta noble del Sánchez Pizjuán no era más que una teoría, existiendo una guerra fría entre José Castro y la familia Del Nido.

Atrás quedaron 12 meses de éxito en los que la entidad blanquirroja tuvo que saber lidiar con numerosos escollos, siendo el primero, y más importante, el de sufrir un cambio en su presidencia, tras la dimisión de un José María del Nido condenado por el Tribunal Supremo a siete años de cárcel por su vinculación con el 'Caso Minutas'.

El martes 14 de enero, el consejo de administración del Sevilla ratificaba a José Castro como nuevo presidente del club, dejando atrás unos días en los que la entidad había carecido de cabeza visible, actuando como tal el empresario utrerano de manera oficiosa. Con ello, un periodo de transición, únicamente truncado por la entrada en prisión del otrora presidente Del Nido, quien el 5 de marzo se personaba en la cárcel de Sevilla para cumplir su condena, viendo cómo la recogida de firmas para pedir su indulto había resultado inútil.

Tras ese duro varapalo, que copó el protagonismo y relevó a un segundo plano lo deportivo, el azar deparó un derbi europeo en octavos de la Europa League, igualando en el Villamarín un 0-2 de la ida e imponiéndose en los penaltis para pasar a la siguiente ronda de una competición que a la postre acabaría ganando el 14 de mayo, tras eliminar en semifinales al Valencia con un agónico gol de M'Bia.

Un nuevo título que devolvió al Sevilla a la gloria y que acalló en Nervión todo aquello que no fuera sinónimo de fútbol. Tras ello, el adiós de Rakitic y una Supercopa de Europa perdida, dos importantes reveses que fueron menos con otra Europa League -la tercera- bajo el brazo.
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