La polivalencia es una de las cualidades que más destaca
Emery de un futbolista, en particular, y de una plantilla, en general; siendo el vasco uno de los gestores de recursos más destacados que existe actualmente en Primera división.
En la mente de todos está la reconversión de
Aleix Vidal de extremo a lateral durante la temporada pasada y el beneficio económico que ello ha reportado a las arcas del club con su venta al Barcelona. Un ejemplo que no es más que eso, un mero caso de los múltiples que existen en el currículum del de Hondarribia como entrenador. Sin ir más lejos, esta temporada, durante la Supercopa de Europa, pudo verse a Krychowiak de central, ante las ausencias por lesión de Carriço y Pareja, así como los problemas de Kolo, con una gastroenteritis. Pero también ha utilizado a Coke, lateral, como central y como mediocentro. Es decir, una larga lista que completan casos muy sonados como el de Jordi Alba, de extremo a lateral; Mathieu, de lateral a extremo; Maduro, de pivote a central o Alexis Ruano, de central a lateral, en ambos lados.
En Nervión, además, le dio la continuidad en el lateral a Alberto Moreno, interior que ya había coqueteado con el lateral izquierdo en el Sevilla Atlético. Su presencia atrás, además, provocó un efecto dominó que sirvió para ver a Fernando Navarro en un nuevo rol, el de central.
En el Spartak de Moscú, donde vivió una corta pero intensa experiencia,
Emery tuvo ocasión de hacer de las suyas, retrasando al extremo Dmitri Kombarov.
Alejandro Sáez2 min lectura