Se la jugaba el Sevilla en casa, donde necesitaba imperiosamente sumar su primera victoria, y
no defraudó, imponiéndose por
3-2 a un
Rayo Vallecano que
dio más
guerra de lo esperado y que por instantes hizo temer una nueva tragedia en Nervión. Tres goles, ante su afición, y tres puntos que le dan oxígeno al equipo blanquirrojo, inyectándole moral a un plantel que abandona el farolillo rojo y que había caído en la superstición como argumento ante el nefasto inicio de la temporada.
Y no lo puso sencillo el Rayo, que se lanzó a la contra y que llevó mucho peligro por banda. Especialmente por la derecha, donde los hombres de Paco Jémez se aprovecharon para cogerle la espalda a Trémoulinas, que tenía toda la banda para él ante la libertad de movimientos de un Krohn-Dehli que generaba superioridad numérica allá donde estaba y que partía desde el centro a la hora de recuperar e iniciar el juego de ataque sevillista. Javi Guerra fue el primero que aprovechó el filón por la diestra, colgando un balón al área a los seis minutos de juego que Jozabed, en el segundo palo, no alcanzó a rematar con comodidad, después de que Krohn-Dehli dejara el balón muerto en el área a intentara despejar. Sergio Rico, rápido, sacó su mano izquierda para atajar el lanzamiento.
Tras ello, dominio sevillista, que llevó la iniciativa pero que sufrió demasiado ante las embestidas rayistas a la contra, siendo
Bebé y Jozabed quienes estuvieron muy
cerca de perforar la portería sevillista, obligando a que
Rico se desempeñara
con acierto para mantener su portería a cero. No sería hasta el 18' cuando llegarían las primera ocasiones sevillistas, por medio de Coke, instantes después de que los
blanquirrojos solicitaran un claro
penalti sobre
Iborra, al que
derribó Amaya en el área tras una jugada a balón parado. Tuvo que esperar el Pizjuán para ver un gol de su equipo, que no llegó hasta el 23'. Iborra abría a banda izquierda para Trémoulinas, que centró raso y de primeras para que Gameiro definiera solo ante Toño. Y no sería hasta el
45', justo antes de que el colegiado pitara el fin de la primera mitad, cuando llegaría
el segundo. Una
nueva entrega de Trémoulinas desde la izquierda que era cazada por Reyes en el segundo palo para que el utrerano cediera a
N'Zonzi, quien hacía el segundo.
Un tanto psicológico, el de N'Zonzi, que para nada amilanó al Rayo, que salió con mucha intensidad tras el paso por vestuarios, propiciando un partido de idas y venidas que no supo aprovechar Iborra, solo ante Toño, errando un gol cantado tras una excelente carrera de Gameiro por la izquierda que habría supuesto el 3-1, después de que el Rayo hubiera acortado distancias anteriormente por medio de un balón parado de Bebé, que sorprendió a
Sergio Rico. Y sería el canterano, minutos después, quien quedaría
en evidencia, comiéndose por el
palo corto un
lanzamiento desde la derecha de
Javi Guerra, que se sacó un zapatazo en el 68'
para empatar el partido y meter el nerviosismo en el cuerpo de todos los sevillistas presentes en el Sánchez Pizjuán, ya con Konoplyanka en el campo, que sustituyó a Iborra.
El
Sevilla sufría y
Emery,
contra las cuerdas, le
daba entrada a Cristóforo, por un N'Zonzi con molestias, y
Mariano, por Coke; unos cambios muy discutidos, teniendo en cuenta que hacía falta ganar la contienda y que con 20 minutos por delante el vasco ya había agotado todas sus balas, teniendo aún en la recámara a hombres como Immobile o Llorente. Pero la fortuna, se alió con el de Hondarribia, que vio desde el banquillo cómo el ucraniano Yevhen Konoplyanka hacía el tercero de falta directa; un tanto de bella factura que llegaba después de que el Rayo se quedara con diez por expulsión de Amaya. Una victoria anímica que, en el epílogo, se cuajó con más corazón que cabeza, pero que sirve para solucionar la papeleta aunque no para erradicar las dudas sobre un equipo que está a años luz del que se proclamó campeón de la Europa League.
El Sevilla abandona el farolillo rojo, pero la incertidumbre persiste en Nervión, donde Emery parece no haber dado aún con la tecla. Este miércoles, ante la Juventus, una nueva oportunidad para refrendar que el camino se hace andando.
Ficha técnica:Sevilla: Sergio Rico; Coke (Mariano 73'), Andreolli, Kolodziejczak, Tremoulinas; N'Zonzi (Cristóforo 73'), Iborra (Konoplyanka 62'), Krychowiak; Reyes, Krohn-Dehli; y Gameiro.
Rayo Vallecano: Toño; Nacho, Amaya, Llorente, Rat; Raúl Baena, Trashorras (Dorado 85); Embarba (Lass, m.64), Jozabed, Bebé; y Javi Guerra (Manucho, m.80).
Goles:
1-0 (23') Gameiro;
2-0 (46') N'Zonzi; 2-1 (51') Bebé;
2-2 (68') Javi Guerra;
3-2 (86'): Konoplyanca.
Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Expulsó al rayista Amaya por dos amarilla (m.16 y 83). Además, amonestó al visitante Llorente (m.15) y al local Iborra (m.16).
Incidencias: Partido de la sexta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 35.000 espectadores.