Ha sido llegar al siglo de vida y sumar una docena de finales, ocho títulos, alcanzar la Champions y superar los cien millones de presupuesto. "El dinero está en el campo", más rojo que nunca con la remodelación "porque se puede". Castro dixit. Barça aparte, el Sevilla es el club que más ha crecido en menos tiempo. Del Nido y Monchi primero, Cruz y Castro después. Tan grande es el Sevilla, que los medios catalanes se apoyan en Monchi, para el que han inventado una especie de papel como asesor deportivo externo. Tan grande es Nervión, que resulta ridículo asistir a propuestas de relevo en la ´Roja´ como Míchel o Jémez -proceden de la caverna mediática centralista- cuando los candidatos naturales a sustituir a Vicente serían técnicos que han explotado en sevillista. Joaquín Caparrós es el entrenador con más experiencia continuada en los banquillos de Primera en tres lustros. Además de ahora, solo tuvo un receso con su exótica huida al Neuchatel suizo. Esperando club también está Juande Ramos, que podría heredar la idea de juego de la España tricampeona que arrancó Luis en 2008. Y ahora suena Unai. No le corresponde por edad y tampoco por contrato, acaso por paisanaje con Villar. El vasco, tan obseso como metódico, la puede liar si le dejan montar su laboratorio junto a los mejores futbolistas del mundo. Como los que han jugado durante la última década en el Sevilla, cuyo modelo se enseña en la Universidad, se copia en clubes como la Fiorentina y se envidia en la Federación. La fábrica de humo ya no sabe producir otra cosa que no sean sueños. 110 años.
Eduardo Gil2 min lectura