Adiós
Champions. O casi. El
Sevilla sucumbió a sus propios errores en los primeros minutos y a un rival ordenado y físicamente superior, que supo contrarrestar con supremacía táctica las ganas y el empuje locales, e incluso pudo haberse ido con una diferencia mayor a
Manchester. Los de
Pellegrini se tomaron en serio su papel, no se dejaron sorprender como hace dos semanas y, prácticamente, certificaron su clasificación para octavos de final.
El partido comenzó de la peor manera posible para el Sevilla, con un City enchufado y mandón, que acaparó el balón hasta adelantarse y, a partir de ahí, poner el partido donde quería. El Sevilla salió dormido, lejos de lo que esperaba una afición que había vuelto a llenar Nervión y que gritaba sin cesar para intentar la machada. Y, en esta competición, eso se paga. Sobre todo si lo haces ante un equipo experimentado, muy bien trabajado tácticamente y que sabe lo que hacer en estas situaciones.
El City lo supo. Llegó tres ocasiones antes de que se cumpliese el minuto cuatro y se había adelantado a los 8 minutos. Fue tras una gran jugada colectiva, en la que el balón llegó en profundidad para Steling y éste, ante Rico, cruzó con tranquilidad. Antes, el City había tocado y tocado hasta encontrar el espacio ante un Sevilla muy poco agresivo para lo que se estila en Europa. Sobre todo con un árbitro que dejaba jugar y permitía los contactos.
El Sevilla no escarmentó y ni siquiera el gol pareció motivarles. El City parecía ser el equipo local y se fue de nuevo hacia la portería de Rico. El meta sevillano logró salvar un disparo de Kolarov e, incluso, hizo un paradón a Bony, pero no pudo hacer nada para evitar el remate de cabeza, a puerta vacía, de Fernandinho. Sólo habían pasado tres minutos del primer gol y el City hacía el segundo.
Éste había partido de un error de Coke, que perdió el balón ante el enchufadísimo Sterling. El británico penetró, dio un pase atrás a Bony y éste, con todo a favor, se encontró con un espectacular Rico, que no pudo parar ya la última acometida de Fernandinho.
Sergio Rico, incluso, salvó un tercer gol de los Citizens, justo un minuto después. Tocó lo justo para que el disparo de Navas fuera al palo.
Un cuarto de hora tardó en despertar el equipo de
Emery y cuando lo hizo, se encontró con un City muy ordenado, que ganaba por 0-2 y trataba de sorprender a la contra. Tuvo ahí sus opciones, pero no las aprovechó, lo que acabó dando las suyas al equipo local.
El primer gol sevillista pudo llegar a los 23 minutos, con un posible penalti en el área visitante. La mano del defensa Sagna era clara, pero el árbitro interpretó que también era involuntaria.
No dio tiempo a lamentarlo porque el tanto llegó un minuto más tarde. Fue en una jugada aislada por la banda derecha, la más débil de los de Manchester y por la que Vitolo y Coke en la primera parte, y ya con Mariano tras el descanso, el Sevilla buscó las cosquillas a su rival. El canario inició la jugada, dio un pase en profundidad sobre Coke, que se hizo un autopase y centró para que Trémoulinas, a placer, acortada diferencias.
La esperanza daba alas a un Sevilla que vivió sus mejores minutos, pese a que el City no se descomponía y esperaba agazapado su oportunidad. Si bien, era casi imposible entrar por jugada, salvo la mencionada del gol, sí que podía ser a balón parado. Así llegó la gran ocasión para el empate. Fue un córner que remató Kolo en el primer palo, sacó Hart con un paradón e Iborra, a puerta vacía, remató al lateral de la red.
Era el minuto 29 y Nervión empujaba, pero el City se replegaba bien y rápido, controlaba el centro del campo con el mayor despliegue físico de Fernandinho y Yayá Touré, y sus contras eran letales. Así pudo llegar el tercero antes de que Trémoulinas igualara y así llegó cuando Navas fue el encargado de conducir el enésimo contragolpe a los 35 minutos. Bony, a placer, sólo tuvo que empujarla entrando desde atrás tras el centro del palaciego.
Esto hundió a un Sevilla que había hecho lo imposible para rehacerse y se encontraba casi igual que al principio, con dos goles de desventaja. Y gracias, porque el City, con espacios, llegaba una y otra vez a las cercanías del área de Rico.
Emery movió el banco tras el descanso, primero con Krohn-Dehli por Iborra y, pasados unos minutos, con un cambio hombre por hombre de Mariano por Coke. No fue suficiente.
El Sevilla, al contrario que en la primera mitad, salió al ataque, tuvo la posesión e intentó entrar, especialmente, por banda derecha. Pero tampoco era suficiente.
El City, muy ordenado, sabía cómo frenar las acometidas sevillistas por el centro y la izquierda. Y, cuando lograban entrar por esa banda derecha en la que Mariano –cuando suplió a Coke- y Vitolo se imponían, se encontraban con Otamendi y Kompany en el centro para no dar opciones a Llorente, a Immobile o al que por ahí pasara.
Así pasaban los minutos y, si bien el City no tuvo la velocidad y claridad a la contra de la primera mitad, no sufría para mantener su ventaja. E, incluso, Fernandino –al que Rico hizo un paradón-, Yayá Touré y Bony rozaban la sentencia definitiva.
Con el paso de los minutos y la impotencia local, el Sevilla bajó los brazos. Los octavos de la Champions están casi imposibles. Habría que ganar lo que queda y que el City venciera en Turín. Tocará jugárselo todo ante el Mönchangladbach. Y, salvo milagro, conformarse con aspirar a la Europa League.
Ficha técnica:
Sevilla F.C.: Sergio Rico; Coke (Mariano Ferreira 55´), Rami, Kolodziejczak, Trémoulinas; Krychowiak, Iborra (Krohn-Dehli 46´); Vitolo, Banega, Konoplyanka; Llorente (Immobile 64´).
Manchester City: Hart; Sagna, Kompany, Otamendi, Kolarov; Fernando; Jesús Navas, Yaya Touré, Fernandinho (Demichelis 90´), Sterling (De Bruyne 73´); Bony (Delph 86´).
Goles: 0-1 (8´) Sterling;
0-2 (11´) Fernandinho;
1-2 (25´) Trémoulinas;
1-3 (36´) Bony.
Árbitro: Svein Oddvar Moen (Noruega). Amonestó al local Krychowiak.
Incidencias: Jugado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante 39.261 espectadores.
José López8 min lectura