Existe una relación directa entre los pésimos resultados encajados por el
Sevilla cuando ejerce de foráneo y la escasa participación del casero
Banega.El argentino, no en vano, se ha perdido por diferentes motivos (convocatoria de su selección, lesión y descanso otorgado por Emery) cinco de los nueve encuentros que han disputado los nervionenses a domicilio en la Liga, y, en ellos, el cuadro de Emery sólo ha sido capaz de arrancar dos puntos. Y es que
Banega ha estado sobre el verde únicamente un 28% del total de los minutos que ha jugado el Sevilla como visitante, tiempo en el que los blanquirrojos han logrado, no por casualidad, el 60% del botín (tres de sus cinco exiguos puntos).
Con el rosarino, de hecho, el cuadro hispalense no había perdido hasta Granada, y eso que él hizo lo posible por evitar esa derrota, ya que dejó a Gameiro solo ante Andrés Fernández cuando el marcador ya reflejaba el 2-1 final, pero el galo no acertó a superar al cancerbero cedido por el Oporto.
El problema es que
Banega, al tener un perfil casi extinto, no cuenta con un recambio natural en la plantilla, y Emery aún no ha averiguado cómo hacer funcionar al equipo sin él. El vasco ha utilizado diferentes sistemas (1-4-2-3-1, 1-4-4-2 o el particular 1-4-2-2-2 de Las Palmas), con sus distintas sustituciones, no pudiendo nunca mostrarse superior a ninguno de sus rivales, aun siendo la mayoría de la parte baja de la tabla.
En Los Cármenes, Emery achacó la derrota a "una falta de intensidad" en la primera parte, si bien, paradójicamente, en el descanso realizó ya dos sustituciones, siendo uno de los elegidos un
Banega del que también tuvo que tirar en Eibar cuando el encuentro se había puesto cuesta arriba. Queda claro que, sin él, fuera de casa no hay paraíso.