Se negó a salir en verano, pese a que lo iba a tener imposible por la competencia de Krychowiak, Iborra y los recién llegados N’Zonzi y Krohn-Dehli, quien finalmente se ha abierto hueco donde había jugado toda su carrera hasta llegar al Celta. Cristóforo nunca bajó los brazos, haciendo que Emery se percatase de que eso que tanto anhelan encontrar los entrenadores, el equilibrio, se hallaba en sus botas.
Con él como titular, el Sevilla ha ganado los últimos partidos (jornadas 17, 19 y 20), principalmente porque hace mejor a Krychowiak (el polaco está recuperando su máximo nivel y ante el Málaga fue el que más balones ganó, 15) y sabe encontrar a Banega, a quien más balones ha hecho llegar en las dos últimas citas ligueras, 9 y 13, respectivamente. Además, el charrúa es el segundo, tras Escudero (3,3), que más tackles realiza por partido (2,8).