El análisis del Espanyol-Sevilla

La necesidad es la diferencia

La necesidad es la diferencia
Faltó claridad en el medio. - Enrique García (@EnriqueGarciaED)
Enrique GarcíaEnrique García2 min lectura
La vuelta de la semifinal ante el Shakhtar está muy presente. Hay que guardar fuerzas y figuras. Por ello Emery dibujó un equipo completamente diferente al que se fajó en Donetsk. Once cambios, incluida la participación de tres canteranos. Cotán compareció junto a Cristóforo en la sala de mandos y Curro y Matos formaron una banda izquierda con sello de la Carretera de Utrera. Llorente e Iborra fueron la pareja para el ataque y Diogo y Coke doblaron lateral en la diestra. El madrileño siempre ha tenido alma de delantero. Posee, además, ese punto de anarquía para aparecer en zonas insospechadas del campo. Él lideró un inicio animado del Sevilla, pero al paso por el minuto 20 el Espanyol había nivelado el duelo. Le bastó con apretar a Cristóforo y Cotán en la salida sevillista para comprometer a los de Nervión, obligados a salir con pelotazos a las dos torres. Con todo, los nervios pericos, pese al pundonor de Víctor Sánchez, evitaron mayores problemas para Rico.

La segunda parte dejó el regreso de Pareja y a un Espanyol que empezó a demostrar lo que se jugaba. Insistió por el costado de Matos con Rober y Hernán Pérez muy incisivos. Un centro desde la derecha lo remató al palo Víctor Sánchez. Hizo daño Asensio cuando abandonó la banda y se colocó tras Caicedo. De un zapatazo suyo nació el 1-0, rematado por el ecuatoriano. Emery metió a Konoplyanka y Juan Muñoz, pero en ningún momento el Sevilla fue capaz de encontrar posiciones laterales para los centros y los frontales fueron fácilmente replicados por los zagueros espanyolistas. El dato de cero disparos entre los tres palos habla por sí solo de un Sevilla para el que la Liga hace tiempo que pasó a un segundo plano.
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