De nada valió al
Sevilla su versatilidad táctica, capaz de generar variantes durante cualquier partido con los mismos hombres, pues las decisiones de
Mark Clattenburg al filo del descanso (expulsión de
Franco Vázquez y penalti de Mercado rigurosos) condicionaron tanto el planteamiento como el resultado. El esfuerzo y el sacrificio nervionenses, con Sampaoli tratando de no perder en exceso su sello, fueron insuficientes.
El 'Zurdo' dispuso inicialmente un 1-3-4-2-1 en la elaboración, ya que el movimiento táctico de Allegri con Cuadrado propiciaba que el conjunto nervionense cerrara con cuatro, ejerciendo
Mercado de lateral derecho y retrasando Escudero unos metros más su posición por la izquierda que
Mariano en el perfil opuesto. Algo puntual, ya que el vallisoletano se soltó la melena enseguida, percutiendo por dentro al aprovechar los huecos generados por la movilidad de
Vitolo y el 'Mudo', cuya expulsión cambiaría el panorama. Al menos en lo que a posesión y sensaciones se refiere, pues no hubo ningún cambio hasta el descanso en el anfitrión, que sacrificó presencia en la media punta y forzó a
Vietto a trabajar en la resta.
En la reanudación, ya con un polémico empate en el marcador, Sarabia por Luciano y recomposición del
Sevilla, que pasó a jugar con un 1-4-4-1 donde
Víctor Machín ejercía de falso 9 en un intento de asegurar atrás (cerrando líneas de pase), pero de tener también mucho balón y presionar alto con el fin de que la
Juventus tocara sólo en zonas intrascendentes. Y sólo dos acciones aisladas evitaron que el valioso punto volara.
Óscar Murillo2 min lectura