Gran partido del Sevilla de Vincenzo Montella, quien definitivamente ha conseguido darle otro aire a este equipo y ayer, ante todo un trasatlántico europeo como el
Manchester United, no sólo supo plantarle cara, sino que consiguió tenerlo contra las cuerdas a lo largo de grandes compases de un partido en el que los de Nervión fueron bastante superiores. Un Sevilla, sin embargo, que trabajó demasiado para conseguir un empate que se antoja corto ante los 'Red Devils', bien replegados atrás y sin demasiado interés en apretar arriba, buscando la portería de
Sergio Rico en contados destellos.
Con su once habitual y dándole la titularidad a los
tres tocados (Banega, Correa y Muriel) que formaban parte de una lista de 19, la presencia en el centro del campo de Éver Banega y el trabajo, en ataque y en defensa, de su compatriota
Franco Vázquez volvieron a antojarse clave para el juego blanquirrojo; tanto que Mourinho decidió convertir al joven
McTominay en la sombra del ex del Inter, dedicándole un marcaje al hombre con el que intentar apagar, sin conseguirlo, la luz sevillista.
En la segunda mitad, con el Sevilla aún más lanzado al ataque y el United replegado atrás,
Montella decidió darle refresco a su equipo, muy mermado por el esfuerzo realizado.
Sandro, por
Muriel, acabó siendo por primera vez el referente ofensivo del Sevilla, después de que en anteriores ocasiones hubiera partido por la izquierda, mientras que
Pizarro le brindó oxígeno a
Banega. Un excelente partido y un gran resultado (no encaja en casa) que, visto lo visto, se antoja poco premio.