A día de hoy que el
Sevilla juegue la
Champions la temporada próxima es cuestión de casi un milagro. Su distancia en
LaLiga con el
Valencia se antoja insalvable y ganar el campeonato no entra en los cómputos ni del sevillista más optimista, aunque nunca se sabe con este
Sevilla que ha demostrado que no tiene imposibles.
Después de tres participaciones consecutivas en la máxima competición continental -dos vía campeón de
Europa League y una vía
LaLiga-, el equipo nervionense espera amarrar al menos una plaza en la
Europa League.
El 'descenso' supondrá una merma importante en las cuentas nervionenses. Esta temporada los hispalenses, contando resultados y market pool superarán los 40 millones de euros y dejarán atrás el récord de 35 kilos de premio en competiciones europeas de la 16/17 cuando participó en la
Champions y acabó ganando después la Europa League.
Pero es que la temporada próxima los premios son aún mayores y, además, los cuatro primeros de
LaLiga ingresan directamente en la fase de grupos sin necesidad de jugar previa -esta campaña el
Sevilla la ha jugado contra el
Basaksehir-.
Los premios económicos crecen en todas las fases de la competición y con los mismos resultados de esta temporada el
Sevilla habría alcanzado ya los 43,1 millones de euros: 15 millones por entrar en la fase grupos, 9,5 por clasificación para octavos, 10,5 por entrar en cuartos más 2,7 kilos por victorias y 0,9 por empates en la fase de grupos. A esto habrá que subir el market pool, que es más pequeño el curso próximo porque habrá un premio extra por resultados históricos en la Champions. En total es factible que un
Sevilla en cuartos de final de la
Champions el curso próximo habría llegado a 50 millones de euros de ingresos, algo inalcanzable en la
Europa League -pese al incremento de un 25% de la segunda competición
UEFA-. Este importante diferencial tendrá que ser recortado en los gastos.