Roque Mesa arribó a Nervión el pasado mes de enero con la clara intención de recuperar el protagonismo que se le había privado en el Swansea, club al que emigró el pasado verano con el deseo de probar fortuna en la Premier. Una experiencia que
resultó menos fructífera de lo esperado y que en el mercado invernal le empujó a volver a LaLiga, donde
apareció la opción del Sevilla, que se adelantó al deseo de Las Palmas y de su presidente de poder volver a contar con el de Telde, sobre el que el conjunto canario disponía de una opción preferencial ante una hipotética salida en préstamo. Derecho que
el propio Roque Mesa truncó, decantándose por el Sevilla, equipo que ya lo venía pretendiendo con Monchi como director deportivo. Un escaparate con el que futbolista, incluso,
soñó con poder colarse en los planes de Julen Lopetegui para el Mundial de Rusia. Una historia color de rosa en Nervión que, sin embargo, ha acabado borrando
Vincenzo Montella, quien ha demostrado no confiar en el canario, a quien sólo le ha brindado 67' desde que llegó, habiéndose quedado
fuera de las convocatorias hasta en cinco ocasiones. Todas ellas, además, frente a rivales de entidad como el Manchester United (en la vuelta de Old Trafford) y el Bayern, en Champions, y el Athletic Club, el Valencia y el Barcelona en LaLiga.
Un papel totalmente secundario que, como ha podido conocer
ESTADIO Deportivo, no ha empujado al bueno de Roque Mesa, sin embargo, a bajar los brazos. Sino
todo lo contrario, como asegura a la redacción de este diario su entorno más íntimo: “
Roque, mentalmente, es fuerte y sigue a tope. Cuando tenga la oportunidad,
la aprovechará. El fútbol es así”. Ahora, eso sí, debe ser Montella quien le brinde la oportunidad.