El próximo domingo, Pepe
Mel se reencontrará con un equipo que tuvo una especial importancia en su primera campaña como técnico verdiblanco, el
Albacete. No en vano, durante la 10/11 el conjunto manchego fue el encargado de estrenar su casillero de derrotas como preparador heliopolitano, algo que sucedió en una situación muy similar a la actual.
De hecho, como ahora, el madrileño encaraba la visita al
Carlos Belmonte tras seis partidos en el banquillo heliopolitano (dos de Copa y cuatro de Liga) con un balance de 12 puntos en la competición doméstica, unos números que convertían a sus pupilos en claros favoritos a la victoria. Sin embargo, los manchegos se adelantaron en el marcador a los 28 minutos, por medio de
Tato, y aunque
Rubén Castro empató en el 38´, otro ´chicharro´ de
Nelson Cuevas a doce del final certificó el definitivo 2-1, resultado que le costó el liderato al equipo de La Palmera.
Sea como fuere, este traspié no tuvo mayores consecuencias para el Betis, que retomó la senda de la victoria a la semana siguiente con un 3-0 a la
Ponferradina y que no volvería a caer hasta la jornada 13 (2-1 en casa del Cartagena). No obstante, el tercer resultado adverso en aquella Liga, un 1-0 ante el
Villarreal B en la fecha 21, sí que marcó un punto de inflexión.
Porque a aquel tropiezo en tierras castellonenses le siguieron cuatro más ante Granada (3-0), Recreativo (0-1), Elche (1-4) y Valladolid (1-0) que hicieron que el proyecto heliopolitano se tambalease muchísimo, hasta el extremo de que el equipo pasó de ser líder destacado, con seis puntos de ventaja sobre el segundo, a ser tercero a cuatro del ascenso directo. Una crisis en toda regla que incluso llevó a algunos a pedir la cabeza de Mel y que terminaría, curiosamente, ante quien fue el primer verdugo heliopolitano del curso, el Albacete.
Fue en la jornada 26 y sobre el césped de un Benito Villamarín donde el conjunto verdiblanco, consciente de lo que se jugaba, salió al ataque desde el inicio, aunque sin encontrar el premio del gol antes del descanso, puesto que cuando la puntería de Rubén Castro, Jorge Molina y Jonathan Pereira no fallaba el que acertaba era un Keylor Navas capaz de pararlo todo.
Por ello, no es de extrañar que Pepe Mel introdujese en el campo en los primeros compases del segundo acto a
Salva Sevilla, intentando dar con ello mayor verticalidad al juego bético. Y lo cierto es que la aportación del virgitano sería fundamental para decantar la balanza a favor de la escuadra de las trece barras.
Así, en el 73´, botó un saque de esquina que
Roversio, con un buen remate en el segundo palo, convirtió en el 1-0, un resultado que facilitó que el equipo dejase completamente a un lado los nervios. Porque pese a que el Albacete apretó en busca del empate, la sentencia llegaría a partir de otro córner a seis minutos del final. De nuevo, Salva Sevilla ejerció como asistente, encontrando como rematador a Jorge
Molina, que certificaría el definitivo 2-0, dando lugar a un triunfo a partir del cual el Betis logró poner la directa hacia Primera.