Ángeles y demonios

Aunque el terremoto que desató el gol de Ivan Perisic el pasado martes ya ha amainado y de la habitual 'destrucción' global -contra el equipo español y todo lo que le rodea- hemos dado paso a la no menos habitual suficiencia y menosprecio del rival, en este caso la actual subcampeona de Europa (Italia), no puedo dejar de pensar en ello.

La derrota ante Croacia encontró culpables que, un minuto antes, ni existían. Sólo voy a nombrar algunos de los que pude ver, leer y oír.

Desde De Gea por el gol -un centro que le desvían- hasta Ramos por el penalti -y por conceder el empate-; desde el cansancio por la ausencia de rotaciones -los mismos que solicitaban que había que apostar por un once tipo- hasta los cambios -minutos antes pedían jugadores para mantener el balón dado el evidente cansancio-; pasando por Juanfran -se llegaron a acordar del denostrado Arbeloa-, por el elogiado Iniesta y llegando al que siempre se lleva todos los palos: Del Bosque.

El propio seleccionador lo decía ayer en una entrevista: "Estamos en una época de extremismos, la normalidad no vende". Y ahora estamos en el otro extremo. En el que recordamos que somos los campeones y que todo lo que no sea mostrar esa superioridad es un fracaso. Cuando aprenderemos...