Pese a que en el
Betis se nieguen a reconocerlo de manera oficial, la persona elegida para dirigir la parcela deportiva en el Betis es
Lorenzo Serra Ferrer, al que se le otorgará poderes más allá del primer equipo. El de Sa Pobla pasaría a ser algo así como el
manager general, con mando en plaza no sólo en la planificación del primer equipo. Pese a la contratación de
Pedro Buenaventura para la dirección de cantera, Serra también figuraría por encima de él. Todas las decisiones pasarían por el exentrenador, que, de momento, sigue negociando la venta de su paquete accionarial.
Las conversaciones con un grupo inversor relacionado con el magnate
Roman Abramovich están muy avanzadas. Perfilado el acuerdo, con la permanencia del equipo en Segunda todo debería precipitarse en los próximos días, liberando al mallorquín del yugo que le impide fichar por el Betis. Aunque, desde la isla se aseguraba ayer que la irrupción de otras propuestas podrían torpedearla.
Esta importante atadura, sin duda, obliga a los rectores heliopolitanos a ser
prudentes. Una operación de esa magnitud podría alargarse o complicarse (no sería la primera venta frustrada) hasta el punto de no llevarse a cabo, por lo que en la zona noble del Villamarín se han puesto una fecha límite. Para el 26 de junio, día que se baraja para la presentación de la campaña de abonados, tiene que estar cerrado completamente el organigrama deportivo, al que sólo le faltan por confirmar el entrenador y el director deportivo.
Tal y como contamos en las primeras páginas de este periódico, al entrenador tan sólo le falta la oficialidad, algo que no debería alargarse más allá del 22, que es cuando concluyen los ´play off´ de ascenso. En cuanto a la dirección deportiva, todo depende de que Serra consiga deshacerse de sus títulos. Si esto no ocurre, el consejo pasaría a un plan B, en el que no se descarta que Alexis Trujillo pase a ocupar el sillón de director deportivo. No en vano, el canario es hoy por hoy quien toma las decisiones.