Cantaba
Carlos Gardel que 20 años no es nada, pero en fútbol es un mundo. Al Betis le toca volver a Madrid con la mirada febril
en medio de una depresión y camino de las
dos décadas sin rascar un triunfo en el Santiago Bernabéu desde
aquel tanto de Finidi en el lejano octubre de 1998.
Eran otros tiempos y otro Betis muy diferente a este que camina cabizbajo por un campeonato en el que no sufre por la incompetencia de los de abajo, pero acusa su mediocridad en esa zona de nadie por donde caminan los equipos de los que pocos se acuerdan.
El escenario para la redención es el peor posible por las estadísticas y la entidad del rival, pero también es cierto que
en estadios así las alegrías se multiplican. El ejemplo del empate contra el Barcelona, cima de este Betis que desde entonces apenas se reconoce, es el principal argumento que encuentra Víctor para convencer a los suyos que la gesta es posible.
El técnico, que sólo cuenta con
las bajas de Jonas y José Carlos,
ha anunciado esta mañana los elegidos para buscar la hazaña antes de partir hacia la capital de España. En la mochila, esperanza para afrontar un encuentro en el que tiene poco que perder y mucho que ganar y un buen puñado de esas meticulosas instrucciones con la que el técnico disecciona a sus rivales. Después del duelo intersemanal contra el Deportivo, el técnico
recuperará para el once a Rubén Castro, quien tiene muchas papeletas de estar sólo ante los zagueros madridistas pues en los últimos partidos fuera ha optado el técnico por reforzar la medular con cuatro mediocentros.
Ceballos será el comandante en jefe en la sala de mandos, con
Pardo como escudero y
Petros y Donk para la briega.
El holandés también será importante para
la defensa del balón parado, una especialidad en la que
el Real Madrid es temible, con un
Sergio Ramos pletórico. Por delante de Adán, esa característica línea de tres centrales compuesta por
Mandi, Pezzella y Tosca, con
Piccini y Durmisi como carrileros con la misión de buscar las espaldas de
Marcelo y Danilo. El ex del Oporto es una de las novedades que se espera en un conjunto blanco en el que Zidane, cuyo
primer tropiezo como entrenador blanco fue contra el Betis (1-1 en el Villamarín), buscará frescura tras la batalla de San Paolo.
El técnico tirará de los meritorios, que en muchas fases de la temporada están rindiendo mejor que los considerados titulares.
Sin Bale, la BBC queda cercenada y eso permite al galo componer un once con mayor equilibrio. Además de Danilo, no se descarta que
Casilla dé descanso a un Keylor de capa caída, mientras que el siempre
cumplidor Nacho formará junto a Ramos.
También habrá oportunidad para Isco y para James, mientras que se mantienen
Cristiano y Benzema, que tiene en el Betis a una de sus víctimas predilectas.