Se la volvió a liar al
Betis José Antonio Reyes, que ayer convirtió al conjunto verdiblanco en su víctima favorita después de
"pegarle con el alma" a ese balón que supuso a la postre la derrota del
Betis en el RCDE Stadium.
Pero, al margen del dato estadístico, el tanto del utrerano puede considerarse además una cuestión del
karma. Creen en religiones como la budista y o la hinduísta que
toda acción tiene una fuerza dinámica que influye en las sucesivas existencias del individuo. Es algo así como un principio de
acción-reacción aplicado por medio de una justicia divina, que en esta ocasión condenó las
decisiones de un entrenador que pagó haber quitado del campo a los que pueden considerarse hoy por hoy los mejores jugadores de la plantilla. Quitó primero a
Durmisi en el 70´, su martillo percutor por la banda; después sacó del campo a
Rubén Castro, que, pese a no estar en su mejor momento de forma, ya lleva diez goles en esta temporada, más que el resto de los delanteros juntos- y, justo antes del derechazo de Reyes, quitó a
Brasanac, el mejor ayer sobre el campo de Cornellà-El Prat.
Por lógica,
si acabas con tus mejores jugadores en el banquillo, el karma dice que lo más probable es que termines perdiendo y con justicia. Y eso es lo que le pasó ayer al Betis de Víctor, que
se hizo el harakiri a tres minutos del final dejándose remontar el gol inicial de Rubén Castro con tantos de Javi Fuego, autor del penalti sobre Sanabria, y del exsevillista.
Cabe preguntarse después de lo que se vivió ayer en Barcelona
si la defensa de Torrecilla sobre la continuidad del técnico la próxima temporada es tan férrea ahora.Y eso que el partido no fue especialmente complicado para el conjunto heliopolitano, que se presentaba en el RCDE Stadium con el mismo once que ante Osasuna con el único cambio obligado de
Bruno por Mandi. El Espanyol, con aspiraciones europeas, salió enchufadísimo, imprimiendo un elevado ritmo que luego le costó mantener.
El Betis, pese a tener superioridad, tenía problemas para sacar el balón jugado desde atrás, la pelota le duraba poco y atrás cometía algunas desaplicaciones defensivas, obligadas quizás por la movilidad y la agilidad entre líneas del conjunto espanyolista en el arranque.
Con todo, salvo un tiro lejano de Víctor Sánchez, Adán tuvo poco trabajo en el primer acto. El control espanyolista se antojaba puro espejismo.
Con el paso de los minutos,
el Betis supo bajarle las revoluciones al encuentro y con ello consiguió sentirse algo más cómodo. Ese ida y vuelta de auténtico infarto de los primeros minutos dio paso a una fase del partido algo más pausada, con más control del balón pero, en definitiva, poca profundidad para los dos equipo.
Mientras que el disparo de Víctor Sánchez se había convertido en la única aproximación con peligro en la primera mitad para el Espanyol, una jugada embarullada que resolvió
Rubén al principio, un ´chut´ envenenado de Rubén Pardo desde la frontal en el 14´ y una
falta directa de Durmisi en el 36´ cerraban el bagaje ofensivo verdiblanco antes del descanso.Decayó aún más el ritmo en la reanudación, con un Espanyol demasiado alargado y
un Betis algo más cómodo en ese escenario.
Reaccionó rápido
Quique dando entrada a Reyes, a la sazón decisivo, y
Melendo, el Espanyol recuperó el tono y a punto estuvo de abrir el marcador.
Suerte para el Betis que Adán detuvo por dos veces (en el 62´ y en el 67´) sendos cabezazos de Diego Reyes.La respuesta verdiblanca que llegó desde el banquillo fue
sentar a Durmisi, que sí bien es cierto que venía de jugar con la selección, no lo es menos que estaba siendo uno de los jugadores más desequilibrantes y con llegadas del equipo.
Pasó Víctor a jugar con cuatro atrás y parece que el cambio le sentó bien, pues en un centro de Brasanac, omnipresente ayer,
Javi Fuego derribó a Sanabria dentro del área, acción castigada por González González no sin las protestas de los jugadores espanyolistas.
Rubén transformó desde los once metros su décimo gol de la temporada, que obtuvo como premio el cambio por
Petros pocos minutos después.
Pretendía el técnico verdiblanco darle consistencia a un centro del campo cada vez más en poder del Espanyol, que lejos de achantarse
tras el gol se vino arriba de la mano de un extramotivado José Antonio Reyes.Poco favoreció la entrada del brasileño, más bien al contrario. De hecho, una falta suya sobre Melendo supuso el origen del empate de
Javi Fuego, que se resarció tras el error en el penalti con
un gol a falta de tres minutos para el 90.Fue entonces cuando
Víctor, en un intento desesperado por arañar algunos segundos al cronómetro, dio entrada a
Álex Martínez por Brasanac -de nuevo, como en Riazor, el mensaje a la plantilla era nefasto-.
El karma se le vino totalmente encima al técnico, que vio cómo Reyes fulminaba en apenas tres minutos buena parte de sus opciones de continuar la próxima temporada.
Cuestión de karma.- Ficha técnica:2 - RCD Espanyol: Diego López; Javi López, Diego Reyes, David López, Aarón; Javi López (Álvaro, min.83), Víctor Sánchez; Jurado (Melendo, min.56), Gerard Moreno, Piatti y Caicedo (José Antonio Reyes, min.56).
1 - Real Betis: Adán; Rafa Navarro, Bruno, Pezzella, Tosca, Durmisi (Joaquín, min.69); Brasanac (Álex Martínez, min.89), Pardo, Ceballos; Sanabria y Rubén Castro (Petros, min.79).
Goles: 0-1, min.78: Rubén Castro; 1-1, min.87: Javi Fuego; 2-1, min.90: José Antonio Reyes.
Árbitro: González González (comité castellano-leonés). Amonestó a Javi López (min.81) y Petros (min.86),
Incidencias: partido correspondiente a la vigesimosegunda jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 21.138 espectadores. El Espanyol lució una camiseta de apoyo al central costarricense blanquiazul Óscar Duarte, operado esta tarde.
Enrique García7 min lectura