Betis 2-2 Girona: En Heliópolis lo sostiene (con pinzas) la fe

Betis 2-2 Girona: En Heliópolis lo sostiene (con pinzas) la fe
- Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 7 min lectura
Cuando sólo te queda la fe, la épica, malo, pero, al menos, que te quede algo. El Betis, que lleva cuatro partidos sin ganar y parece haber perdido definitivamente la frescura y la confianza, volvió a salvar un punto imposible sobre la bocina, empatando primero Guardado el gol de desventaja que pesó toda la segunda parte en la mochila verdiblanca y, a renglón seguido, arreglando Tello cuando ya nadie lo esperaba la situación tras otro grosero error defensivo que amenazaba el botín completo. Queda mucho por trabajar para enmendar una involución cada vez más innegable, si bien a los de Setién, como mal menor, lo sostiene con pinzas su persistencia en el Villamarín.

De inicio, cuatro cambios en el once del santanderino, más o menos esperados en la parcela ancha, con el salto a la titularidad de Guardado y Boudebouz, y en el eje de la zaga, donde Tosca suplía al sancionado Mandi, si bien sorprendió algo más el de Rafa Navarro por Barragán en el lateral derecho, circunstancia que deparó una retaguardia inédita y bajo una lupa inevitable tras los últimos resultados. El rumano, muy a su pesar, justificaría las dudas en el alargue de este primer periodo, fallando estrepitosamente en el despeje y haciendo mejor el buen centro de Borja García a Portu, letal en el mano a mano con Adán.

Ese 0-1 al descanso sólo ajusticiaba a los verdiblancos estrictamente hablando, porque no reflejaba la realidad de lo visto sobre el terreno de juego. Es cierto que los catalanes hacían bastante daño a su anfitrión por los costados y con su presión alta y escalonada en la salida bética, pero todavía más al imponer una intensidad superior en los balones divididos. No obstante, el cuadro de Setién comenzó pronto a gestionar mejor la estrechez de espacios, apoyándose en la clarividencia entre líneas de Boudebouz y en la potencia de Camarasa para generar superioridades en zonas determinantes que se tradujeron en tres o cuatro oportunidades claras, por desgracia marradas.

Así las cosas, avisó antes el Girona por medio de Stuani, que disparó raso y centrado desde la frontal (3') antes de cabecear desviado a bocajarro (34'), aunque, sobre todo, con Portu, que vio cómo el meta de los hispalenses abortaba su derechazo escorado (después de un error infantil de Guardado en la combinación con Durmisi que había castigado Maffeo) a los once minutos y luego un centro-chut con muchísima intención.

Pero, como se ha apuntado, dominó el Betis las transiciones en la mayor parte del periodo inaugural, percutiendo mucho por el costado que compartían un impreciso Durmisi y Joaquín. En el 16, el danés ve perfectamente la penetración sin marca de Guardado, al que se le bajaron las persianas con la salida 'kamikaze' de Bono. El internacional marroquí fue decisivo en esta fase, con buenas intervenciones abajo ante Riza (25') y Sergio León (37'), que había recibido bien del mexicano. Justo en la acción anterior, el inminente tetramundialista desperdició otra oportunidad pintiparada para adelantar a los suyos, mandando fuera una vaselina que culminaba una gran contra gestionada por Boudebouz Camarasa. Fue en este contexto a priori favorable donde aconteció, para aclararnos, el 0-1. El fútbol, para bien y para mal, es así.

En la reanudación, había que arriesgar, a lo que ayudaron los de Machín replegándose para encomendarse ya a acciones aisladas y poco elaboradas, como la que estuvo a punto de convertir en el segundo Stuani a los siete minutos, si bien Adán evitaría males mayores, como en el 62 ante los latigazos de Aday Benítez y Pablo Maffeo. Los de Setién seguían siendo previsibles y no hallaban resquicios en la telaraña gerundense. Una tesitura que, unida al carácter de los cambios locales (ofensivos, mas sacrificando control), invitaba al despliegue visitante, que desató los pitos de la grada y, por añadidura, la ansiedad de sus jugadores. Mojica y Borja García avisaron desde lejos, pues el 0-2 se antojaba más cerca que el empate.

Tello, en una nueva proyección acertada de Durmisi, lo tuvo en el 74, aunque Bono no flaqueaba ni un ápice. Se agotaba el tiempo, aunque la fe, como frente al Getafe, tendría premio a cuatro del epílogo: Guardado ejecuta con maestría por encima de la barrera una falta en la frontal. Lo que ocurre es que este Betis es, igualmente para bien y para mal, excesivo. Llegado el empate sobre la bocina, no le sale contenerse, nadar y guardar la ropa, sino que se desnuda en busca del todo o la nada. Y llegó lo segundo, porque Durmisi erró en la cesión a su portero de un centro colgado al segundo palo por Mojica y permitió a Portu, un 'ratón' de los de antaño, apuntillar por bajo. Quedaban segundos ya para el pitido final, aunque Del Cerro Grande brindó un último ataque a los heliopolitanos que, preñados de constancia, no desparovecharon. Así, Tello bajó un balón complicado entre dos rivales, se marchó de Muniesa y Mojica con un gran control orientado y definió perfectamente al palo contrario de zurda. Un punto, que sabe a poco por la necesidad pero que adquiere tintes dorados, como la última vez en el mismo escenario, por lo negros que pintaban los nubarrones.




FICHA TÉCNICA.-

BETIS: Adán; Rafa Navarro (Fabián 82'), Jordi Amat, Tosca, Durmisi; Javi García; Boudebouz (Tello 61'), Guardado, Camarasa (Sanabria 61'), Joaquín; y Sergio León.

GIRONA: Bono; Ramalho, Juanpe, Muniesa; Pablo Maffeo, Granell, Timor (Douglas Luiz 55'), Aday Benítez (Mojica 66'); Portu, Borja García (Aleix García 92'); y Stuani.

ÁRBITRO: Del Cerro Grande (madrileño). Amarillas a los locales Durmisi y Javi García, así como al visitante Granell.

GOLES: 0-1 (45+1') Portu; 1-1 (86') Guardado; 1-2 (94') Portu; 2-2 (95') Tello.

INCIDENCIAS: 45.681 espectadores se dieron cita en el Benito Villamarín.
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