El pasado domingo, el
Betis encadenó seis partidos sin ganar (cinco en
LaLiga y uno en
Copa), pero además sumó por primera vez en la temporada dos derrotas ligueras, algo que no había sucedido desde que Setién se hizo cargo del equipo, por lo que estaríamos, sin duda, ante la peor racha de
Quique Setién al frente del equipo; una serie de partidos que iguala la peor de 2017, firmada a comienzos de año, de la mano de
Víctor Sánchez del Amo.
En aquella ocasión, el equipo adiestrado por el otrora canterano del
Real Madrid, tras ganar al
Leganés en casa en el primer partido del año (2-0), perdió ante el
Atlético de Madrid (1-0), empató consecutivamente ante
Sporting (0-0),
Barcelona (1-1) y
Valencia (0-0), y cerró el ciclo con sendas derrotas ante el
Granada (4-1) y el
Sevilla (1-2). El triunfo ante el
Málaga cortó esta racha.
Para encontrar una racha peor que la actual, habría que remontarse a la última etapa de
Pepe Mel en el banquillo heliopolitano (15/16), en la que los béticos llegaron a estar hasta doce partidos sin ganar (nueve con
Mel y tres con
Merino, que le sustituyó en el banquillo).
En este sentido,
Mel ya vivió una crisis similar unos años antes; concretamente, en la 11/12, cuando estuvo hasta diez sin conocer el triunfo entre septiembre y primeros de diciembre, racha que cortó un triunfo agónico contra el
Valencia (2-1) con doblete del canario
Rubén Castro.
Al margen de las rachas, el
Betis se mantiene, en pleno temporal, en una cómoda posición clasificatoria, nada que ver con la del año pasado, en la que a estas alturas estaba a tres del descenso y ocho de
Europa, mientras que hoy está a tres del sexto (
Villarreal) y ocho por encima del descenso. No obstante, el último
Betis que se clasificó para
Europa (12/13) tenía 7 puntos más.