Setién motiva a sus jugadores con una curiosa anécdota de Valdano

Las pretemporadas son momentos de convivencia largos en las primeras plantillas que dan lugar a muchas situaciones entre futbolistas y cuerpo técnico. Como puede ser normal, estas jornadas de trabajo, la mayoría con doble sesión de entrenamiento, a veces se hacen pesadas y algunos de los jugadores no lo encaran de la misma manera, como le pasaba a Quique Setién cuando vestía de corto. "Ya llevamos unas cuantas y siempre es igual, la gente viene con mucha ilusión. Lo llevan bastante bien, yo lo llevaba bastante peor, salir de la playa y ponerte a currar... todo el mundo asume este papel y es lo que hemos elegido todos. La realidad es que veo al equipo bien, con mucha ilusión y unas expectativas enormes”, reconoció el técnico cántabro en El Transistor, de Onda Cero.

Con todo, demostrando la buena sintonía y la comunicación continua que mantiene con sus pupilos, el ex preparador de Las Palmas explicó que ha aprovechado una anécdota de Jorge Valdano con la selección argentina que estos días se ha vuelto a comentar en redes sociales: "He escuchado un vídeo de Valdano de una anécdota que cuenta, que he pasado al teléfono, al chat del grupo, que me ha encantado. Porque se quejaba alguno de levantarse a las 8:00 de la mañana, de que le habíamos dado fuerte y me ha venido al pelo".

Y es que en esa conferencia, el ahora comentarista de televisión, relata cómo recibió junto a sus compañeros de la selección de Argentina, en sus tiempos como futbolista, un golpe de realidad que les hizo recapacitar profundamente sobre su situación privilegiada: "Un día, en un entrenamiento que se hizo largo, todos empezamos a quejarmos en coro: 'Esto ya lo sabemos, estamos cansados, llevamos dos horas aquí'... lo clásico, pero todo el equipo con la misma cantinela. El entrenador dio por terminado el entrenamiento y nos llevó al hotel en el que estábamos concentrados y al día siguiente, a las 5:00 de la mañana nos despertó. Llegamos todos a recepción con intención de ir al desayuno, nos dijo que de ninguna manera, que al autobús. Pensábamos que había preparado una sesión de castigo, que estaba muy en el estilo de su dirección. El autbobús salió del hotel y paró a 400 metros, justo a la entrada de la boca de metro, donde fuimos espectadores de un auténtico espectáculo, pues nunca la habíamos visto a esa hora de la mañana. A esa hora había gente humilde entrando y saliendo. Ahí estuvimos en silencio viendo ese espectáculo social. A la hora, el entrenador se levantó y dijo: 'Esta gente sale de casa a la mañana cuando sus hijos están dormidos y vuelven por la noche cuando sus hijos ya están durmiendo. No me vuelvan a decir que el entrenamiento es largo'. Bueno, yo no recuerdo un autobús más silencioso en el regreso al hotel".

De este modo, con esta anécdota, Quique Setién quiso concienciar a los suyos sobre el estado actual de la sociedad, de lo afortunados que son y de las alegrías que le pueden dar a su parroquia con una buena preparación estival.