La búsqueda de un 'killer' sigue siendo la prioridad en la planta noble del Benito Villamarín, aunque, como defienden las voces autorizadas en públicos estos días, su contratación no es segura ni sería rápida. La clave reside en que la comisión deportiva y el entrenador han consensuado la importancia de que el elegido no sólo mejore claramente a
Loren, Sanabria y Sergio León, con los que conviviría y pugnaría por la titularidad en la segunda vuelta del campeonato, sino que conozca
LaLiga y, a ser posible, el idioma, pues resultará crucial que su adaptación y su rendimiento sean inmediatos.
Encima, se está realizando
un intenso rastreo que incluye una profunda labor de investigación de los aspectos extradeportivos, pues se han descartado efectivos de talento demostrado pero de un carácter problemático, ya que se trata de conservar la unidad y familiaridad del vestuario verdiblanco.
Como se defendió en ESTADIO el pasado fin de semana,
Serra Ferrer ha centrado sus miras ya en el principal candidato a la delantera, el que más convence a todos, si bien se acumulan los ofrecimientos en su mesa. Tanto es así que
representantes e intermediarios están inundando su despacho y su teléfono con correos electrónicos, llamadas y mensajes para encartar a delanteros que o bien no están jugando lo que desearían en sus actuales clubes o bien echan de menos España, por lo que regresarían encantados.
Sea como fuere, el vicepresidente deportivo y jefe de la planificación bético no se distrae con este revuelo, con este 'totum revolutum' de nombres, varios de ellos bastante reconocidos en el mundillo, avanzando, según ha podido contrastar este periódico, en las conversaciones con el elegido y con la entidad a la que está ligado en estos momentos.
Podría ser perfectamente Munir, con el que se han retomado recientemente los contactos.
El alto ejecutivo balear habría aprovechado su visita hace unos días a la Ciudad Condal con vistas al encuentro frente al
Espanyol para reunirse con su homólogo culé y ex compañero,
Pep Segura. El
Barcelona continúa interesado en renovar al hispano-marroquí, aunque no a cualquier precio, por lo que todo hace indicar que, dado que termina contrato el 30 de junio de 2019, escucharía ofertas ahora para que su marcha no sea como agente libre.
El Betis podría acordar un pago aplazado, siempre por una cantidad sensiblemente
inferior a los doce millones en que fue tasado el de San Lorenzo de El Escorial el verano pasado, aunque es muy probable que las gestiones vayan encaminadas a adelantar su contratación para la 19/20, como ya se hizo con éxito con
Pau López, Sergio Canales o Takashi Inui.
De no alcanzarse una entente con un delantero que potencie realmente la plantilla en enero,
la corriente con más adeptos en la comisión deportiva pasa por no traer a cualquiera. Por ello, se aparcaron o descartaron ofrecimientos como los de
Adrián (por el que el Oporto pide traspaso), Lucas Pérez (West Ham), Caicedo (casi inédito en la Lazio) o Nélson Oliveira (Norwich).