Real Madrid-Real Betis: Rubi se resigna al más difícil todavía

Real Madrid-Real Betis: Rubi se resigna al más difícil todavía
Edgar, la gran novedad en la lista de Rubi para el Bernabéu, junto a Fékir. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
Personalmente, no me gustaría estar en la piel de Rubi estos días, por mucho que entrenar al Betis sea un privilegio, algo rigurosamente cierto. Cada vez tiene menos respaldo el de Vilasar de Mar en Heliópolis, tanto en la planta noble del Benito Villamarín como en el vestuario, por mucho que algunos escenificaran una piña tras el tanto de Fekir al Celta en el alargue que el campeón del Mundo y Emerson dedicaron, eso también es cierto, al cuerpo técnico.

El mensaje de unidad es el deseable en estos momentos, aunque la realidad es que la mayoría, especialmente los 'pesos pesados' de la plantilla, cree ya lo justo en el ex preparador espanyolista, que ha aumentado las cargas físicas y reducido el contacto con el balón a unos jugadores acostumbrados a defender con él, no a correr tras él.

Además, el catalán se afana en borrar todo lo que huela a Setién, censurando automatismos que son difíciles de eliminar del disco duro o haciendo la cruz, por ejemplo, a un dibujo, el de los tres centrales y dos carrileros, que ya usó en el Camp Nou y la Avenida de La Palmera cuando era míster 'perico'.

Aquí, pese a que la sangría defensiva no cesa, será imposible ver, al parecer, el sistema con el que se siente más cómoda la columna vertebral de una escuadra que, visto el perfil de sus laterales, se antoja construida para perpetuar ese 1-3-4-2-1.

Prefirió Rubi contra el Celta un engendro de sala de máquinas en la que Bartra ejercía de 'stopper' y el canterano Ismael se ocupaba de equilibrar. Para el Bernabéu, ha citado a Edgar, con lo que o deja a dos centrales (él y Sidnei, previsiblemente) en el banquillo o se atreve a dar un giro en absoluto deshonroso en pos de solidificar una retaguardia que sufre mucho. Con todo, sea por cabezonería o fe, resulta más lógico pensar que el todavía entrenador del Betis, al que mirarán con lupa para evaluar si se sienta el domingo 10 de noviembre ante el eterno rival en el derbi -no bastará sólo con exhibir casta o compromiso, incluso venciendo, sino que los dirigentes esperan que aflore de una vez el fútbol, ese estilo que prometió el del Maresme-, incidirá en un doble pivote con Bartra y, quizás, Guardado, por aquello de la experiencia.

Por delante, en plena semana de tres partidos, toca refrescar algunas líneas, por lo que hombres como Loren, Tello o hasta Lainez, crucial en la victoria frente a los vigueses al forzar la falta del 2-1, cuentan con opciones, como Barragán en el lateral diestro para atar más en corto a Hazard.


El resto del equipo, sin los consabidos William Carvalho, Javi García, Juanmi, Dani Martín, Kaptoum y Francis, se parecerá mucho al que arrancó un triunfo agónico la víspera de Halloween. La evaluación continua de Rubi está ya en sus exámenes finales, con una pinta de ser eliminatorios que tiran para atrás. Eso sí, en fútbol todo es posible.

Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram