Seguramente,
el despertar del Real Betis tenga mucho que ver con
el cambio de mentalidad de la plantilla, anquilosada hasta después de San Sebastián en
el pensamiento único del toque y del rondo como método de entrenamiento de Quique Setién, pero
no se le debe quitar mérito a un Joan Francesc Ferrer 'Rubi' que, además de no poder nunca el optimismo ni la compostura,
no ha dejado de tocar teclas.
Con un particular
4-1-4-1, en el que el pivote hace
tanto labores de centrocampista como de tercer central (para ese rol, sería ideal el anhelado y casi imposible de fichar Emre Can), el técnico catalán ha logrado, al fin, que el verdiblanco sea
un equipo reconocible, ordenado y capaz de interpretar las distintas fases del juego: ahora sabe tanto cómo meterte en tu campo como transitar rápido tras el robo para matarte a la contra. Que le pregunten, si no, al Athletic...
La solución ideada por Rubi, ante la falta de un pivote específico, resulta
tremendamente inteligente, dado que
no resta potencial arriba, donde cuenta con sus mejores futbolistas, ni sobre todo
a los laterales, pues por fuera cuenta con dos (
Emerson y Álex Moreno) que tienen alma de carrileros y que que pueden explotar sus fantásticas cualidades
gracias a la función de esa suerte de 'líbero', que evita que cada pérdida se convierta en un drama, como ocurría antaño.
En ese contexto,
está brillando especialmente Joaquín, a quien Rubi ha situado
en la izquierda no sólo para que Álex Moreno tenga expedito el camino hasta el banderín de córner contrario, sino también
para generar superioridades por dentro y ayudar a dos futbolistas (
Guardado y Canales) que no son especialmente fuertes en la resta, cerrando vías de pase ante posibles contragolpes.
No se trata de una posición nueva para el portuense, pues tanto
Manuel Pellegrino, en el Málaga CF, como
Vincenzo Montella, en la Fiorentina, le situaron en la banda siniestra, pero ahora,
a sus 38 años, el cambio de costado
se hace aún más necesario. Y es que, pese a contar aún con un físico envidiable,
Joaquín ya no tiene tanta capacidad como antes para verticalizar y deshacerse de los rivales
en carrera, para ganar la línea de fondo;
su desborde se mantiene intacto si parte desde la izquierda, desde donde
tiene salida también hacia dentro y su regate puede entregarse
más a la habilidad que a la velocidad.
Además, recibe
constantes ayudas de Álex Moreno, quien
divide la atención tanto del lateral derecho como del marcador central diestro rivales con sus apariciones en carrera. En la incertumbre,
la variedad de toma de decisiones que puede tomar el inescrutable '17' verdiblanco se multiplica, dado que cuenta con
un campo de visión mayor que en la derecha y que
puede tanto abrir al lateral catalán como al costado contrario, donde suele aparecer Emerson;
filtrar un pase a Loren, para explotar el desmarque del marbellí; o
aparecer en situaciones de gol (ha firmado
cinco de sus seis tantos partiendo desde la izquierda), tanto en el segundo palo como en el punto de penalti, cuando el brasileño profundiza por su carril.
Así, ni más ni menos,
destrozó al Athletic y así, con este 'novedoso' rol, la afición heliopolitana está disfrutando de
una de las mejores versiones de Joaquín, del Joaquín de los asombrosos 38 años.
Mapa de calor de Joaquín Vs. Athletic Club Regates de Joaquín Vs. Athletic ClubDisparos de Joaquín Vs. Athletic Club