Así de madura está ya la planificación del Betis

Así de madura está ya la planificación del Betis
La Comisión Deportiva ya tiene puestas las bases del Betis 20/21. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 6 min lectura
La semana pasada tuvo lugar en las entrañas del Benito Villamarín la primera reunión presencial de la comisión deportiva bética, con Rubi como invitado de excepción para no sólo ser informado de los pasos que se han ido dando en la planificación de la temporada 20/21, hasta ahora cimentados en conversaciones telefónicas y videollamadas grupales, sino también para recabar su opinión sobre nombres concretos en los apartados de entradas y salidas. Una señal inequívoca de que, salvo descalabro mayúsculo en las once jornadas que restan del presente ejercicio (a punto de reanudarse), el del Maresme cuenta para los dirigentes un segundo año.

Por más méritos propios que deméritos contextuales -la crisis post coronavirus aconseja la contención máxima del gasto-, el ex preparador espanyolista tendrá una segunda oportunidad de demostrar su valía, para lo que se afana en profundizar en la asunción de conceptos por parte de la plantilla que seguirá y en que le traigan efectivos que se adapten más a su ideario, potenciando las virtudes de un estilo más directo y profundo de lo que se vio hasta la fecha.

Banquillo aparte, la hoja de ruta en la planta noble se está definiendo a buen ritmo, con bastantes más certezas, especialmente económicas, de las que había semanas atrás. El club ya se hace una idea más concreta del panorama presupuestario que se avecina, con una obligada reducción para enjugar el descenso en los ingresos por abonos, ticketing, merchandising y, seguramente, ingresos televisivos. La tarta se comprime para todos y, por ende, habrá menos que repartir.

La previsión de que no habrá público en los estadios hasta la próxima primavera, que LaLiga tratará de voltear, no ayuda, si bien en el Betis han elaborado un guion austero y modesto; una suerte de economía de guerra que obligará a sus responsables a hacerse fuertes en el lodazal en que suelen convertirse el mercado del coste cero y el zoco de los aspirantes a cesiones de los poderosos. Toca jugar las cartas que se han ido guardando bajo la manga en operaciones anteriores, como la copropiedad de Emerson o el traspaso de Junior. Haro y Catalán han logrado que, salvo giro inesperado, el paulista se quede hasta el 30 de junio de 2021, como se acordó en enero de 2019, situándose a principios de la fila de los que harían sitio gustosos a Aleñá, el propio Junior (difícil), Riqui Puig, Pedri y compañía, si es que el Barça los presta.

La planificación bética no ha registrado avances suficientes para que alguna gestión deba considerarse de cierre inminente, aunque sí se camina al frente en otros aspectos relevantes. Por ejemplo, se han descartado nombres de unas nóminas de futuribles más hinchadas que de costumbre este año. Una vez definidos los objetivos para potenciar el plantel (un portero más hecho que Dani Martín, al que se cederá para que foguee; un lateral para cada perfil; un central; un pivote; un mediocentro creativo; y uno o dos extremos) y los perfiles deseados, se han confeccionado las 'short lists' correspondientes, con una terna de nombres favoritos por demarcación que se irán activando cuando proceda, realizados los contactos iniciales para conocer las condiciones para un hipotético trato de jugadores, agentes y entidades.

Igualmente, en La Palmera hace tiempo que priman las renovaciones sobre las contrataciones, solidificar lo bueno conocido antes que arriesgar, por muy buena pinta que tenga lo que puede venir. Se consiguió hace bastante, como adelantó ESTADIO, el compromiso de Fekir para permanecer, al menos, un año más; antes, Canales, Joaquín y Guardado sellaron su continuidad; ahora, Loren y, de nuevo, Mandi tienen propuestas sobre la mesa para ampliar sus vinculaciones. El poco dinero que haya, en principio, será para los sueldos de los 'pesos pesados'.

Habrá partida para fichajes, sí, engordada en lo posible con lo recaudado en las 2-3 ventas previstas, alguna seguramente no deseada del todo. Carvalho, Feddal, quizás Álex Moreno o el propio Guardado... Se producirán movimientos en ambos sentidos. La mayor inversión será previsiblemente en el lateral derecho, incluso aunque se confirme que no sale Emerson. El Betis busca competencia para el ex del Atlético Mineiro que curta al próximo dueño de esa posición. Acerca de los centrales, están Bartra y Sidnei, por lo que, en caso de atarse a Mandi y Edgar, la consigna es esperar a que aparezca una oportunidad a finales de la próxima ventana.

En la sala de máquinas, los indicios apuntan a que no sólo dirá adiós Javi García. Vendrá ayuda para Guido Rodríguez y un Aleñá (si no puede ser el propio Carles). Por fuera, se precisa desequilibrio, lo que suele pagarse caro, por lo que, dependiendo cómo salga el plan para reclutar a dos mediocentros, el desembolso por, al menos, uno de los dos extremos esperados podría ser importante. Arriba, de quedarse Loren, no se registrarán esfuerzos, lo cual no es incompatible con alguna sorpresa.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram