El Betis escucha ofertas por casi todos, menos por Borja

El Betis escucha ofertas por casi todos, menos por Borja
Borja Iglesias no se moverá de Heliópolis. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura
No está siendo, ni mucho menos, su temporada. El desembarco en Heliópolis fue bastante traumático, porque pocos entendieron en Cornellà-El Prat que cambiase a un Espanyol en Europa League por un Betis que no jugaría competición europea. Ahora, casi un año después, ambos proyectos han fracasado: el ‘perico’, salvo milagro en las cinco jornadas restantes, acabará en Segunda división; el verdiblanco, bastante lejos del objetivo continental y cerca del peligro. Con todo, Borja Iglesias decidió apostar por quienes apostaron por él como la mayor inversión de la 19/20 y segunda de la historia: los 28 millones desembolsados para hacer frente a su cláusula de rescisión sólo fueron superados por los 5.500 millones de las antiguas pesetas en que se cifró la compra de Denilson de Oliveira.

Una vez aquí, nada fue sencillo para el ‘Panda’. Desde la lesión en la primera jornada, que le obligó a retirarse al descanso de un partido torcido enseguida frente al Valladolid por la tempranera expulsión de Joel, hasta la falta de confianza que ha arrastrado el espigado delantero el resto del año. No en vano, ha llegado al epílogo con apenas tres tantos en su haber (y cuatro asistencias), unas cifras paupérrimas comparadas con las que completó las tres campañas anteriores, con 20, 23 y 34 dianas, con más de 25 de promedio.

Sus declaraciones optimistas y su complicidad con la afición han permitido a Borja sobrellevar una situación que, según confesaba en alguna entrevista, ha llegado a obsesionarle. Cómo si antes las metía, como suele decirse vulgarmente, hasta con el trasero, ahora no es capaz de acertar con tantas oportunidades con Rubi y Alexis. En veintinueve de los treintaidós encuentros disputados, se fue de vacío. Solamente atinó contra sus ex en el RCDE Stadium, así como en casa contra el Levante y la Real Sociedad. Un bagaje lejos de las expectativas creadas.

La lógica dictaría que el Betis escuchara ofertas por el ‘9’, aunque sea complicado recuperar la altísima inversión realizada hace ahora casi un año. Con todo, la delicada tesitura por la que atraviesa el fútbol mundial por culpa de la crisis del coronavirus desaconseja poner en el mercado este tipo de producto ‘devaluado’ en pos de una plusvalía. De todas formas, las razones que llevan al Betis a conservar a Borja son puramente deportivas y personales. Según ha podido saber ESTADIO DEPORTIVO, el club heliopolitano escucha ofertas por casi todos sus futbolistas, excepto Canales, Fekir y... Borja.

En la planta noble del Benito Villamarín tienen claro que, aunque a la primera no hayan salido victoriosos, la apuesta por Iglesias era la acertada. Más allá de la petición de Rubi -hizo otras que no se atendieron por razones económicas o disparidad de criterios futbolísticos-, se consideró al artillero el refuerzo ideal dentro de un mercado inflado y con nombres sin experiencia alguna en LaLiga. Los precedentes eran idóneos, por lo que sólo la casualidad o la fatalidad explican que no haya rendido en el Betis. En cualquier caso, se confía plenamente en que supere este primer año, considerado en muchos casos de transición, y en que vuelva por sus fueros en la 20/21, en un contexto mejor para todos.

Se valora de Borja Iglesias su concentración, su capacidad de trabajo, su afán de superación y su implicación en todo lo que haya supuesto un movimiento solidario o en pos del aficionado durante el confinamiento. Antes de todo esto, ya se rechazó una interesante oferta de la Premier League por el ‘Panda’, que estuvo a punto de marcharse al Everton justo en los días previos a que el Betis apareciese en escena. Desde entonces, la comunión con el proyecto heliopolitano, que puso por delante de todos, es total. Ahora, cuando vienen mal dadas, toca arroparle y renovar la confianza en sus prestaciones, más aparcadas que perdidas. Y así será.

De hecho, este mes de junio se han abonado los cinco millones de euros correspondientes al tercer y último plazo en que el Espanyol aceptó recibir la cláusula: 18 kilos en el momento de la firma, cinco el pasado mes de enero y una cantidad idéntica ahora, para alcanzar los 28. La última exigencia de Chen Yansheng, dueño de la entidad ‘perica’, fue que todo el montante se ingresara a lo largo de una sola temporada.
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