Vale
oro para cualquier equipo enfrascado en lograr
objetivos importantes. Y no alude únicamente a una
continuidad en los resultados, sino en un
sello propio que convierta a la citada escuadra en
reconocible. Para los suyos y para sí mismo. Se admiten los
despistes, las vulgarmente conocidas como 'carajas', pero a veces resulta
inexplicable que unos futbolistas que rinden de manera sobresaliente pasen
desapercibidos la jornada siguiente. O que algunos olviden de buenas a primeras
conceptos que parecían grabados a fuego. Algo parecido le está pasando al Betis en lo que va de temporada. Le salva que todo está tan
igualado e imprevisible que apenas separan un par de triunfos la zona UEFA del descenso. En esta tesitura, los verdiblancos,
radicales en su conquista del todo o la nada (cero empates por ahora),
descollan cerca de la sexta plaza tras resucitar en Pamplona.
Suelen sonreír los de
Pellegrini ante los modestos. Contra los poderosos, depende el momento. Dio la cara frente a
Real Madrid y Atlético, cuando el VAR y lo que no es el
VAR le costó los seis puntos. Incluso, pudo aferrarse a algún
agravio arbitral que otro en el 0-3 de la
Real Sociedad, si bien le pasaron por encima
Athletic, Getafe y Eibar, tres bajones complicados de defender. Menos mal que el técnico chileno se las sabe todas. Más le vale, porque, como él mismo conoce y pregona, no debe esperar
refuerzos invernales ante la grave crisis económica que
maniata al fútbol en general y a Heliópolis en particular. La vuelta de
Canales, entre febrero y marzo, será su mejor
refuerzo para la segunda vuelta. Agua de mayo, vistas las
carencias creativas en verdiblanco.
Saber qué Betis comparecerá este domingo ante el pujante
Villarreal es una incógnita. Por aquello de la
irregularidad intrínseca de esta plantilla y de esta entidad, de nuevo inmersa en líos
accionariales. Si perpetúa la
seriedad, fiabilidad y pegada de El Sadar, volverá a hablarse de
Europa en La Palmera, un arma de doble filo. Aunque nada tendrá sentido mientras que la celebrada nueva
identidad de la 20/21, que se atisbó en Mendizorroza y se confirmó el fin de semana siguiente en casa contra el
Valladolid, no se haga un hueco estable. No se trata tampoco de ganarlo todo, pero sí de que, cuando no se pueda, parezca que se intentó todo y únicamente faltó tino, que no quedó nada en la
reserva.
En busca de un triunfo para la
ilusión, que engordaría de paso el colchón de la
tranquilidad bética, no estará
Bravo, a quien Pellegrini reserva para evitar recaídas. Tampoco llegan los tocados
Sidnei y Paul, que se unen a los lesionados de larga duración
Camarasa y Canales. Por el contrario,
Mandi ha superado el coronavirus e ingresa en la lista, como
Juanmi. Tiene algunas opciones de desbancar a
Víctor Ruiz de la titularidad el franco-argelino, como
Borja Iglesias con Loren y Tello o Joaquín con Aitor Ruibal, si bien la lógica invita a pensar en que la alineación, tras el 0-2 contra Osasuna, puede y debe ser la misma, por mucho que se trate de rivales diferentes y necesidades diferentes.
ALINEACIONES PROBABLES:
Real Betis: Joel; Emerson, Bartra, Mandi o Víctor Ruiz, Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho; Aitor Ruibal o Tello, Fekir, Guardado; y Loren o Borja Iglesias
Villarreal: Asenjo; Mario Gaspar, Albiol, Pau Torres, Estupiñán; Iborra, Parejo, Trigueros; Kubo, Pedraza y Gerard Moreno
Árbitro: Pizarro Gómez (madrileño)
Incidencias: Benito Villamarín, domingo 16:15 h (M+LaLiga)