Llevaba sin equipo desde septiembre y sin jugar desde 2019, pero el exbético
Álex Martínez vuelve a ver la luz. El Hércules anunciaba el pasado domingo su fichaje después de que otro ex del club verdiblanco,
Carmelo del Pozo, tirase de él. El segoviano recordaba sus cabalgadas por la banda de la
Ciudad Deportiva Luis del Sol y espera recuperarlo para el fútbol de elite, y para que este histórico club logre el ascenso a Segunda división.
Las lesiones, como ocurrió en su etapa bética, le han impedido triunfar en el Granada, con el que se clasificó para Europa en la histórica pasada campaña. Y después de tres años y apenas 64 partidos, rescindía y cerraba su etapa justo antes del cierre del mercado estival. Durante estos tres últimos meses se ha fajado en el
centro deportivo del Andalucía Este para recuperar su nivel. Junto al preparador físico y readactador deportivo Juan Sánchez-Hernández, ex de Sevilla y Betis, Álex se ha preparado para fortalecerse y evitar una recaída.
"Es duro entrenar solo, pero ya estoy totalmente preparado para competir", dijo el futbolista, quien confiesa que estaba esperando a algún equipo de superior categoría, pero que cuando conoció la oferta del
Hércules no lo dudó "en ningún momento". "Estoy preparado para cualquier partido y campo. Todos nos hemos criado en campos de albero así que no hay excusa para afrontar lo que se viene", afirma el sevillano, que no jugaba en Segunda B desde que lo hacía en el filial verdiblanco.
Dos lesiones de gravedad han marcado su carrera. La rotura de ligamento cruzado que sufrió con el
Betis a finales de 2014 condicionó su paso por el club verdiblanco y le impidió triunfar en el equipo que siempre soñó. Tras retomar su carrera en Granada y lograr de nuevo el ascenso a Primera, una rotura en el Talón de Aquiles, de la que fue operado poco antes del parón por la pandemia del Coronavirus, significó la puntilla. No volvió a jugar en toda la temporada y ha estado parado hasta que el Hércules le ha repescado.
Ayer miércoles volvía a estrenar por primera vez con un equipo, con la esperanza de convencer a su nuevo entrenador, Alejandro Esteve, para jugar desde el primer momento. Es el fin de la pesadilla.