Mucho se está hablando en estos últimos de cómo llega cada uno de los clubes al derbi. Tanto que hasta Pellegrini ha tenido hoy que advertir que el Sevilla FC sigue por delante en la tabla.
La euforia tras lograr 23 puntos de 30 posibles y cuatro triunfos consecutivos ha embargado al beticismo, al tiempo que las eliminaciones de Copa y Champions del Sevilla han creado una cierta duda entre su hinchada.
La situación es muy diferente a cómo el equipo que comanda el técnico chileno afrontó el anterior encuentro ante el eterno rival. Mermado en lo anímico y en lo numérico, así llegó el Betis a un derbi con el que abría el año y que significó un punto de inflexión
Con cuatro bajas por la Covid-19 (Joaquín, Guardado, Montoya y Álex Moreno) y cinco por lesión (Dani Martín, Bartra, Carvalho, Tello y Camarasa), Pellegrini tuvo que tirar de la cantera (Rebollo, Geovanni y Fran Delgado) para completar un equipo que tenía un once reconocible, pero pocas alternativas en el banco.
De hecho, el equipo que salió entonces bien podría ser el de este domingo (Claudio Bravo, Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Miranda, Guido Rodríguez, Canales, Lainez, Fekir, Aitor Ruibal y Loren), pero a diferencia de entonces tendrá a Joaquín o Tello para cambiar el partido, como ha hecho en los últimos encuentros, y a un Borja Iglesias reforzado anímicamente para marcar diferencias.