Fekir honra a Mühren

Fekir honra a Mühren
- EFE
EFEEFE5 min lectura
El centrocampista francés del Betis Nabil Fekir honró al holandés Gerrie Mühren, el 'Mariscal' del Ajax de Amsterdam de las tres Copas de Europa y que sentó cátedra en el Villamarín desde 1976 a 1979, con una jugada de diez toques y una pared que finalmente acabó con su expulsión ante el Athlétic de Bilbao.

Fue en el tramo final del partido que el Betis ganó al Athlétic (1-0) cuando Fekir recibió una pelota del portugués William Carvalho, la tocó y tocó hasta una decena de veces antes de devolvérsela e irse al córner a recibirla, momento en el que recibió una tarascada de Óscar de Marcos, a quien no pareció hacerle gracia el alarde del lionés, un recurso mientras esperaba el balón y medía el fuera de juego de Sergio Canales.

Ya en el suelo, Íker Muniain, le tocó la cara al internacional galo y le dijo algo, momento en el que Fekir reaccionó con una patada al punta navarro que acabó con su expulsión, la segunda de la temporada de un jugador que, además, ha recibido diez amarillas y que, paradójicamente, es de los que más patadas recibe en LaLiga.

"Fekir, de cada veinte faltas, le pitan diez porque no se tira. No es justificable la acción, pero sí es entendible después de lo que aguanta. Al final el agredido se va y el agresor se queda en el campo jugando", afirmó el técnico chileno del Betis, Manuel Pellegrini, de su jugador y del lance con Muniain y de Marcos, quien previamente ya había reconocido que los toques del francés no le habían gustado.

El zaguero fue explícito al señalar que "cada uno tiene su manera de jugar y si lo haces siempre, bueno, pero si lo haces sólo cuando ganas, ya es otra cosa", en referencia a las cosas de un jugador que siempre lo hace distinto y que, en el caso de los toques, honró sin saberlo a uno de los jugadores más elegantes que ha pisado un terreno de juego: Gerardus Dominicus Hyacinthus Maria Mühren (1946-2013).

Mühren, como líbero o centrocampista, dejó estela de jugador grande, diferente, desde 1976 a 1979 tras llegar por petición del húngaro Ferenc Szusza, jugó un centenar de partidos en el Betis de los Esnaola, López, Alabanda, Cardeñosa o el primer Rafael Gordillo, no pudo jugar la primera Copa del Rey ganada al Athlétic en 1977 por su condición de extranjero y dejó el sello de la exquisitez y la jerarquía que traía del gran Ajax.

Era ese Ajax en blanco y negro que dominó el fútbol europeo de los primeros años setenta del siglo pasado, el de los Krol, Suurbier, Neeskens, Rep o Keizer de melenas y grandes patillas y, sobre todos ellos, el de la figura estelar del fallecido Johan Cruyff, a quien Mühren le puso su '14' para los restos.

Un día, se perdió la camiseta de Mühren con el dorsal '8' y Cruyff, quien le llamaba 'El jefe', le cedió la suya con el '9' y jugó ese día con el '14' que ya portó siempre en el Ajax de las tres Copas de Europa (1971, 1972 y 1973), el germen de la 'Naranja Mecánica' subcampeona del Mundo en 1974 tras perder la final ante la Alemania de Franz Beckenbauer.

En la semifinal de la Copa de Europa del 73 en el Bernabéu fue en la que Gerrie Mühren recibió un pase largo en el centro del campo, controló la pelota y, sin dejar que cayera, y le dio siete toques mientras el público aplaudía semejante alarde que, según dijo siempre, fue un recurso y no para humillar a nadie.

"Vi que a mi espalda (Ruud) Krol se incorporaba al ataque. Era un recurso hasta que llegara. ¡Y lo hice bien, porque todos los jugadores del Madrid se quedaron mirando lo que hacía y dejaron de defender!", señaló Mühren de lo que Fekir repitió casi medio siglo más tarde con una reacción bien diferente. Otros tiempos.

 

Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram