En
Sevilla, la justicia futbolística va mucho más rápida que la ordinaria, pero también suele equivocarse con bastante más frecuencia en eso de dar a cada uno lo suyo. Sin existir la presunción de inocencia, el jurado popular del
Sánchez Pizjuán condena a futbolistas casi sin haber tocado un balón, cuando todo jugador tiene derecho a un período de adaptación.
Kanouté, del que se rio parte del público en su estreno en un amistoso contra el Celta; Pareja, lastrado por su larga inactividad en Rusia; Daniel Alves, un extraño en una nueva civilización; Negredo, a la sombra en su llegada de dos colosos de Mali y Brasil; el propio Luis Fabiano, afectado todavía por el reciente secuestro de su madre; o un Fazio, del que todavía se lamenta por Nervión su pérdida, lo saben bien.
El nuevo prejuzgado es
N´Zonzi. Mientras a Immobile se le vitorea sin haber hecho nada, como sucedía con Chevantón (la demagogia no sólo funciona en política), el galo escucha pitos, haga lo que haga. Y no sólo se enfrenta a un nuevo país, a otro idioma o una liga distinta, también a una posición diferente. N´Zonzi era un ´8´ de ida y vuelta en el Stoke City que ahora trata de acoplarse a un rol de ´6´ que le ata. La querencia de Emery por soltar a ambos laterales le obliga a guardar el sitio, para no dejar únicamente a Krychowiak y los dos centrales expuestos a un posible contraataque del rival.
Eran muchos los clubes de nivel que querían a un N´Zonzi a quien el Stoke trató de renovar como fuese. No todos pueden estar equivocados y tampoco suele estarlo Monchi. Será el tiempo, no obstante, el único que dé y quite razones. Yo sigo esperando a
N´Zonzi.
Carlos Pérez
