ANÁLISIS

Cinco claves del estreno victorioso de Caparrós

Carlos PérezCarlos Pérez
4 min lectura
Cinco claves del estreno victorioso de Caparrós
Al Sevilla, más consistente, le bastó un solo tanto para llevarse los tres puntos. - Carlos Pérez (@carlosperezED)
El Sevilla FC volvió a ganar un partido de LaLiga fuera de casa casi seis meses después y lo hizo coincidiendo con el (re)estreno en el banquillo nervionense de un Joaquín Caparrós que desterró el sistema de tres centrales del saliente Pablo Machín.

Destacamos cinco claves fundamentales que llevaron al equipo nervionense a la victoria en el RCDE Stadium.

1. Un estímulo. El factor psicológico cuenta en una importante cuota para que el dicho de 'a entrenador nuevo, victoria segura' se cumpla normalmente. Sobre todo, porque aumenta la competencia interna: se renueva la ilusión de los que estaban jugando menos y aprietan los dientes quienes ven peligrar el puesto que tenían asegurado con el anterior entrenador. La plantilla del Sevilla necesitaba nuevos estímulos, Machín no supo encontrarlos y el cambio de técnico acabó siendo un acicate de peso para que el cuadro nervionenses volviese a ganar fuera de una vez.

2. La coherencia. A Machín le llevó al Sevilla el éxito de su 3-5-2, con sus variantes, y lo mantuvo hasta el final. Y una de dos: o la dirección deportiva -comandada, precisamente, por Caparrós- no conocía a qué iba a jugar el soriano en Nervión o es que no supo darle lo que necesitaba para que pudiese desarrollar su idea. Lo innegable es que el ex del Girona no quiso adaptar el sistema ni el dibujo a las características de los jugadores de los que disponía, a muchos de los cuales acabó forzando para que jugasen fuera de sitio. El utrerano, en cambio, se dejó de inventos.

3. La consistencia. Ya lo hizo en los cuatro partidos que dirigió al primer equipo el año pasado y, dada la fragilidad que estaba mostrando el cuadro de Machín, Caparrós no dudó a la hora de meter un doble pivote defensivo. En este caso, formado por Amadou y Gonalons. Las pérdidas en la salida, las torpes transiciones defensivas y la despoblación de la zona inmediata a la frontal estaban costando muchos goles en contra a los nervionenses. Jugando mejor o peor, el Sevilla se fue del RCDE Stadium sin encajar, porque, pese a no tener el cuero en la segunda mitad, apenas recibió ocasiones, merced a su orden y a su equilibrio.

4. El 'Hermoso regalo'. No fue un partido redondo en cuanto a continuidad, desde luego, pero sí respecto al marcador, y no hay que obviar que el 0-1 final llegó tras un error grave de Mario Hermoso, quien se mostró poco ducho a la hora de pugnar con André Silva por un balón, hasta acabar derribándole. El luso estaba haciendo un partido muy gris y, no en vano, justo cuando se produjo la acción del penalti Munir ya se estaba preparando en la banda para entrar y sustituirle. Fue, prácticamente, el único acercamiento de los blanquirrojos en los segundos 45 minutos y el central del Espanyol le hizo un regalo irrechazable.

5. El oficio. Con Caparrós, el Sevilla vuelve a saber jugar los diferentes partidos que pueden darse a lo largo de 90 minutos. Ha entendido que a veces se debe jugar a ganar y otras, a no perder lo que ya tienes. Que en unas ocasiones se debe jugar y en otras, jugar a que no se juegue. Con Machín nunca se manejó el 'otro fútbol', algo que, por ejemplo, mantiene cuarto al Getafe CF de Bordalás. Si los nervionenses hubiesen 'matado' su partido en Huesca o en Praga, como hicieron los azulones en el de Mestalla, otro gallo les hubiese cantado, seguro. 
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